Las Fuerzas Armadas de Bolivia descartaron un enfrentamiento con los ciudadanos que protestan desde hace semanas contra el gobierno del presidente Evo Morales y rechazaron intervenir para solucionar los “problemas generados en el ámbito político”.
Las instituciones militares, “enmarcadas en la democracia y las leyes, garantizaremos la unión entre compatriotas, por lo que ratificamos que nunca nos enfrentaremos con el pueblo, al que nos debemos”, afirmó el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, general Williams Kaliman, en conferencia de prensa.
“Siempre velaremos por la paz y la convivencia entre hermanos, y por el desarrollo de la patria”, agregó el oficial, según los diarios paceños El Deber y Página Siete.
Kaliman hizo esas declaraciones después de que numerosas unidades policiales se amotinaran a partir del viernes por la noche, en el contexto de las crecientes protestas por sospechas de fraude en las elecciones presidenciales del 20 de octubre.
“Nos encontramos totalmente cohesionados bajo el mando militar, apegados siempre a disciplina, orden y respeto a la Constitución Política del Estado”, aseguró.
Asimismo, Kaliman advirtió que “los actuales problemas generados en el ámbito político deben ser solucionados en el marco de los más altos intereses de la patria antes de llegar a momentos irreversibles”.
Esta tarde, por primera vez desde que estallaron las protestas y tras descartarlo explícitamente en los días previos, Morales sugirió una eventual intervención militar para conjurar la crisis.
En una conferencia de prensa en la que llamó a la oposición a dialogar y a sus simpatizantes a “movilizarse para defender la democracia”, el mandatario pidió a las Fuerzas Armadas “preservar la nueva Bolivia” de los grupos que, según él, buscan dividir al país.
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