Por primera vez se analizará la necesidad de crear un marco legal que tiene como correlato ponerle un freno a la embestida de los fondos buitre en todo el mundo.
La votación histórica se realizará a partir de las 15 hora local (16 de Argentina) en la sede de Nueva York.
La sede de las Naciones Unidas en Nueva York será escenario a partir de las 15 hora local (16 de Argentina) de una votación histórica en la que participará el canciller Héctor Timerman, y donde por primera vez se analizará la necesidad de crear un marco legal que regule los procesos de reestructuración de deuda soberana, que tiene como correlato ponerle un freno a la embestida de los fondos buitre en todo el mundo.
Unos 195 países discutirán la aprobación de una resolución impulsada por Argentina a través del G77+ China, y la resolución, a la que pudo acceder Télam, promueve «aprobar y elaborar, mediante un proceso de negociaciones intergubernamentales y con carácter prioritario (…) un marco jurídico multilateral para los procesos de reestructuración de deuda soberana con miras a, entre otras cosas, aumentar la eficiencia, la estabilidad, y la previsibilidad del sistema financiero internacional».
Este será el último tema de votación antes de que los presidentes inauguren el 69 período de sesiones de la Asamblea de Naciones Unidas, el próximo 24 de septiembre, en el que estará presente Cristina Fernández de Kirchner.
La iniciativa que impulsa Argentina tendrá tratamiento prioritario, debido a que la expectativa es poder aprobar el nuevo sistema legal durante el nuevo período de un año que comienza con la asamblea.
«Por primera vez en mucho tiempo se va a votar un tema que tiene que ver con la arquitectura financiera del mundo»
Para ello, la resolución fija un plazo de «modalidades de las negociaciones» de los países y definirá la estructura legal y «texto del marco jurídico multilateral», que podría cobrar forma de una Convención, y cuyo plazo no se extenderá más allá de diciembre, y es allí donde Argentina presentará su propuesta concreta de un sistema de mayorías.
Al respecto, el titular del G77 y embajador permanente ante Naciones Unidas por Bolivia, Sacha Llorenti Solíz, consideró que la votación «es la más importante de la última década en Naciones Unidas», ya que se trata del «lanzamiento de un proceso para la aprobación de mecanismo legal y vinculante de reestructuración de la deuda» de países, y que cambiará la arquitectura financiera mundial.
En diálogo con Télam y otros medios argentinos desde la oficina de representación en esta ciudad, destacó que «por primera vez en mucho tiempo se va a votar un tema que tiene que ver con la arquitectura financiera del mundo, con la posibilidad de un nuevo orden internacional, lo que marcará un antes y un después de la resolución».
Este tema «era vetado en Naciones Unidas», agregó, tras enfatizar los esfuerzos del G77 de los últimos años por darle prioridad a este tema en dicho foro.
Por iniciativa de la Argentina, el G77 (133 países) más China logró instalar en este foro un tema que, tradicionalmente, y a nivel multilateral, era abordado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El pase de la discusión a Naciones Unidas cobra relevancia, desde el punto de vista de que allí son 195 países, cada uno con poder de voto, quienes decidirán sobre el tratamiento de las deudas para los países, ante la inexistencia de un sistema legal internacional.
Hasta ahora, el ordenamiento mundial de este tipo fue monopolizado por el FMI, donde los países están representados por 24 sillas y cada espacio representa a varios países.
Allí, la distribución del poder de voto es en favor de los países desarrollados, siendo Estados Unidos el de mayor peso.
El debate en la ONU es consecuencia de la alarma mundial que generó el caso argentino, de su imposibilidad de cerrar el capítulo del default luego de 14 años de litigio, y del temor a que el fallo del juez Thomas Griesa tenga impacto sobre otros países en problemas.
Timerman, y la embajadora argentina ante la ONU, Marita Perceval, mantuvieron reuniones en la previa con distintas delegaciones para lograr la mayor cantidad de adeptos a la posición que promueve argentina, que tuvo ya el respaldo del G77 más China a fines de agosto, y a la que se sumaría también Rusia, entre otros.
En las inmediaciones de Naciones Unidas, la discusión se dividía en dos grandes grupos, y en general de un lado estaban los países desarrollados, y del otro los emergentes.
Los primeros cuestionaban la necesidad de crear un marco legal en Naciones Unidas si ya existe el FMI, un foro donde son mayoría.
Estos, además, cuentan con el poder de persuasión de que son acreedores de muchos países que votaron a favor de Argentina en el G77.
Los segundos, entre los que está Argentina, resaltaron que en estos últimos años el FMI no tuvo ninguna acción concreta para saldar este vacío legal internacional en materia de quiebras soberanas, que es un caldo de cultivo para la proliferación de los fondos buitre.
La votación se realizará por simple mayoría, no se tendrán en consideración ni las abstenciones ni las ausencias, y será la primera iniciativa en su tipo.
En el esquema de la audiencia, el primer orador será el titular del G77 defendiendo el planteo de los 133 países más China, y luego será el turno del resto de los países, como Rusia, Estados Unidos, Inglaterra, entre otros.
Acto seguido se realizará la votación y, luego de la misma Timerman dará su discurso, y se espera que otros países reafirmen la posición favorable a la Argentina.
Fuente: Télam
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