Cristina busca sumar a Soros como aliado contra los buitres Pasó su primer día en Nueva York sin actividades y hoy se reunirá con el magnate; también verá a Bank Ki-moon y a sindicalistas
La presidenta Cristina Kirchner abre hoy su actividad en Nueva York con el habitual encuentro con el titular de la ONU, Ban Ki-moon. Luego, por la tarde, se verá con el millonario húngaro norteamericano George Soros, con quien procura sellar una alianza para el embate contra los «fondos buitre».
Pero buena parte de los funcionarios que la vienen acompañando en su gira por Roma y esta ciudad no sabían si podían dar fe de la primera de las citas, prevista para este mediodía. Al cierre de esta edición, algunos de ellos todavía hacían democráticamente cola frente a las oficinas de las Naciones Unidas para la difícil empresa de conseguir la acreditación, indispensable para franquear un apretado recinto de seguridad y un servicio secreto cada vez más nervioso.
«Desbordados, lo siento, estamos desbordados. Las computadoras no andan, son viejas. Nunca nos pasó esto», lamentó una de las empleadas del organismo internacional en el que Cristina Kirchner apuesta buena parte de su estrategia «antibuitre». La batalla se preparaba con la atípica imagen de una larga hilera de tres cuadras integrada por diplomáticos e integrantes de delegaciones oficiales, de un lado. Y del otro, otras dos cuadras de periodistas. Todos, con la misma misión de obtener sus credenciales para la Asamblea General. «Un poco más y hacemos la Asamblea aquí mismo», bromeó un encargado de misión de Indonesia.
Lejos de todo eso, la Presidenta pasó el primer día de los cuatro que permanecerá sin salir de su suite. No hubo agenda oficial. «Está descansando», se conjeturó en el lobby. Una pausa luego de las ocho horas de vuelo desde Roma, donde se entrevistó con el papa Francisco.
Al igual que el canciller Héctor Timerman y que el vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro, se alojó, como lo hizo habitualmente en los últimos años, en el hotel Mandarin Oriental. Tiene, desde allí, una espectacular vista de los jardines del Central Park, ayer saturados por una masiva marcha de ambientalistas que, por momentos, convirtió la ciudad en un laberinto infranqueable. «Dudo que con esto salga siquiera a caminar. No dan ganas», dijeron en la delegación.
La otra parte del grupo -miembros de La Cámpora y el senador Aníbal Fernández, entre otros elegidos por la Presidenta para esta ocasión- se aloja en el Park Lane, a sólo tres cuadras del Mandarin y también sobre los jardines del Central Park. Para todos ellos fue también una tarde libre: no se detectó que la Presidenta los convocara para nada.
La primera cita, con Ban Ki-moon, está pautada para las 12.30 (las 13.30 en la Argentina). Un cara a cara habitual con el diplomático, a quien, años atrás, la Presidenta le pidió apoyo en sus gestiones a favor de la soberanía de las Malvinas, cuya situación -en esencia- sigue inalterable desde hace años.
En esta ocasión la demanda será por los fondos buitre. El pasado 9 de septiembre, más de 110 países acompañaron la propuesta argentina para generar un nuevo marco para la renegociación de deuda externa que limite su proceder especulativo ante los tribunales. La idea, ahora, es poner manos en la masa y hacerlo.
Los más optimistas confían en que mucho más decisiva sea la cita con Soros. El hábil financista y especulador financiero tiene puntos en común con la estrategia antibuitre. Para empezar, le hizo juicio al Banco de Nueva York para que libere los fondos que tiene bloqueados por orden del juez Thomas Griesa.
«Pero lo más importante, diría yo, es que Soros tiene activos importantes en YPF. Es normal que procure que ese negocio tenga financiamiento accesible, algo que, con el conflicto buitre, es difícil que ocurra. No me extrañaría que Soros haga todo lo que pueda por el Gobierno con eso. Es una forma de ayudarse a sí mismo», dijo el analista financiero Alberto Bernal, de Bulltick, al ser consultado al respecto. La gran duda es saber si ese esfuerzo podría llegar a la compra de deuda que hoy está en poder de los fondos buitre.
La agenda de la Presidenta se completará con un encuentro con sindicalistas internacionales. «Todavía estamos trabajando en otras citas que aún no están cerradas», dijeron en la delegación, con aire sugestivo.
Fuente: La Nación
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