EL GOBIERNO DE RAUL CASTRO DEVALUO EL PESO CUBANO CONVERTIBLE EN UN 8 POR CIENTO.La isla revirtió la política monetaria vigente desde hace seis años, restableciendo la paridad que antes existía entre el peso cubano convertible (CUC) y el dólar. La medida era reclamada por economistas y empresarios.
Cuba devaluó en 8 por ciento su peso convertible (CUC) y lo igualó al dólar, en una de las medidas de mayor impacto de las reformas del presidente Raúl Castro, que busca estimular al sector turístico y captar más divisas, además de incentivar las exportaciones y favorecer la inversión extranjera.
La isla revirtió la política monetaria vigente desde 2005, restableciendo la paridad que antes existía entre el peso cubano convertible y la moneda estadounidense, una medida que desde hace tiempo reclamaban empresarios extranjeros y economistas. El Banco Central anunció en el diario oficial Granma su decisión de «devaluar en un 8 por ciento la tasa de cambio del CUC con relación al dólar y demás monedas extranjeras».
Según el presidente del Banco Central, Ernesto Medina, la devaluación favorecerá «el establecimiento de condiciones más propicias» en las relaciones comerciales externas. La paridad del CUC con el dólar regirá para el dólar interbancario, pero se mantendrá un impuesto del 10 por ciento que grava a esa moneda en efectivo para compensar «los costos y riesgos que origina» su manipulación debido al embargo que aplica Estados Unidos a Cuba desde hace 50 años, explicó.
Favorecerá el turismo –segunda fuente de divisas, después de la venta de servicios, con 2200 millones de dólares anuales–, en momentos en que Estados Unidos autoriza a más aeropuertos –ocho nuevos, además de Miami, Nueva York y Los Angeles– a viajar a la isla.
«Esto beneficia las inversiones y las exportaciones desde la isla, que no son muchas actualmente. También abarata el turismo extranjero, pues el CUC se devalúa un 8 por ciento frente al euro y al dólar canadiense, que son las dos zonas de mayor turismo hacia La Habana», dijo un empresario español que pidió reserva de su nombre.
Para atraer inversiones y ganar confianza, el menor de los Castro comenzó a descongelar las cuentas bancarias en dólares –decretada en 2008, en una severa crisis de liquidez– que afectó a empresarios extranjeros y a pagar las deudas a los proveedores en esa divisa.
En Cuba, además del CUC, circula el peso cubano (CUP), en el que la gente recibe sus salarios y paga servicios básicos. La medida no afecta la tasa de cambio actual de esa moneda con relación al CUC en las Casas de Cambio (Cadeca), que se mantiene en unos 24 CUP por CUC.
Pero la devaluación del CUC beneficiará a los cubanos que reciben remesas, calculadas en unos 1000 millones de dólares al año, de sus familiares en el exterior, sobre todo de Estados Unidos, donde viven 1,5 millón de cubanoamericanos y sus descendientes.
«La medida es muy buena, estimula a la gente a usar las vías oficiales para el envío de dinero. Ahora recibiré la ayuda real –sin recargos– que me envía mi mamá desde Tampa (Florida, EE.UU.) por giro electrónico», dijo Claudia, una informática de 30 años. Ella piensa montar un negocio de fotografía con la ayuda de 100 dólares que le envían por mes, ahora que Raúl Castro autorizó la apertura de pequeños negocios en 178 oficios.
«Hay confusión, la medida nos agarró de sorpresa. Pero, sin duda, favorecerá a los turistas y a los cubanos que veían con mala cara cómo por 100 dólares les dábamos 80 CUC –por la tasa de cambio y el impuesto–», afirmó un empleado de una casa de cambios (Cadeca) de La Habana Vieja.
La medida va en consonancia con las reformas que serán seguramente refrendadas en abril en el VI Congreso del gobernante Partido Comunista (PCC, único), que incluyen la apertura a la inversión extranjera y al sector privado, el recorte de empleos estatales y la eliminación de subsidios. Además, se aplica en momentos en que Cuba atraviesa una difícil situación debido a la crisis económica y financiera mundial, los daños causados por los huracanes en 2008, la baja productividad de sectores vitales de la economía y los efectos del bloque comercial de Estados Unidos. Ocurre cuando la isla comienza a superar la crisis de liquidez, iniciada a finales de 2008, que la llevó a congelar cientos de millones de dólares en cuentas bancarias de proveedores extranjeros, argumentando que no tenía divisas para cumplir con los depósitos en CUC.
El proyecto de Raúl Castro, según economistas cubanos como Pavel Vidal, va más allá de las reformas de apertura aplicadas en los años ’90 para paliar la crisis económica en que cayó la isla, tras el derrumbe del bloque soviético, su sostén por tres décadas.
En una recentralización económica, el líder comunista Fidel Castro, retirado del gobierno y relevado por su hermano Raúl en 2006, cuando enfermó, sacó en 2004 de circulación la «moneda del enemigo», le impuso el impuesto del 10 por ciento al canje en efectivo en las Cadeca, y en 2005 revaluó el CUC –creado en 1994– en 8 por ciento frente a todas las monedas extranjeras.
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