Buenos Aires. Télam.- La Justicia de San Isidro desbarató una banda que en 2010 robó en ese partido bonaerense varias camionetas de alta gama que luego eran llevadas a Bolivia y canjeadas por cocaína, informaron hoy fuentes judiciales.
Entre los delincuentes que cometían los asaltos disfrazados de policías, los reducidores de autos que se encargaban de ocultar las 4X4 y los jefes de la banda que las llevaban al norte a cambio de la droga, la causa tiene siete imputados, de los cuales seis se encuentran detenidos con prisión preventiva.
Todos están imputados por robo calificado y asociación ilícita y, aunque aún están siendo investigados por otros casos, formalmente se los acusa por tres hechos de 2010, uno de 2009 y otro de 2007 en el que en un tiroteo murió un ladrón.
Ocho meses de escuchas telefónicas y tareas de inteligencia pudieron determinar que por cada dos camionetas entregadas en Bolivia, la banda recibía 50 kilos de cocaína, lo que representa 250.000 dólares en el mercado ilegal porteño.
La investigación fue encabezada por Patricio Ferrari, titular de la Fiscalía de Investigaciones Criminales de San Isidro, quien para evitar filtraciones y ante la sospecha de que hubiera policías involucrados -algo que no se comprobó- sólo trabajó con dos detectives de su confianza de la Sub DDI de José C. Paz.
La causa se inició con una serie de robos de camionetas de alta gama cometidos en marzo de 2010 en la catedral de San Isidro y en la zona de Las Lomas, cerca de los restaurantes de la calle Dardo Rocha, a metros del hipódromo y de la autopista Panamericana.
Las 4X4 que elegía la banda eran BMW X5 y X6 (en las escuchas le dicen «La Morocha» y están valuadas entre 100.000 y 190.000 dólares), Porsche Cayenne («La Nena», entre 140.000 y 250.000 dólares) y Toyota Hilux («Caballito de Batalla», entre 120.000 y 200.000 pesos).
El modus operandi siempre era el mismo: en un auto con baliza «chichón» en el techo y disfrazados como policías con chalecos y gorras, los ladrones simulaban un control, se apoderaban de la 4X4 y secuestraban a los dueños hasta que la camioneta fuera ocultada.
En la causa -a la que tuvo acceso Télam- surge que la banda contaba con un experto cuya única tarea era detectar y desactivar el rastreador satelital del vehículo, a quien en las escuchas mencionan como «El Doctor» o «El Tordo» que «cura el empacho».
El primer error de la banda fue confiar en que una de la camionetas que robó no tenía satelital.
El hecho ocurrió el 29 de abril de 2010 cuando en avenida Del Libertador y Primera Junta, los falsos policías le robaron una BMW X6 a una empresario que la había adquirido hace pocos días y les dijo que aún no había instalado el rastreador.
La banda se confió pero, una vez denunciado el hecho, el fiscal Ferrari se contactó con el anterior dueño, quien le informó que la 4X4 sí tenía un rastreador que él había dado de baja por la venta.
El fiscal le pidió a la empresa que lo vuelva a activar y así logró recuperar la X6 en un garage del barrio porteño de Liniers.
Además, en base a los informes de localización se determinó que después del robo esa camioneta estuvo estacionada en Bella Vista, partido de San Miguel, cerca de donde vive uno de los imputados.
Con tareas de inteligencia en la zona, Ferrari y los policías de la Sub DDI de José C. Paz lograron identificar a tres sospechosos que fueron detenidos a principios de mayo acusados de ser los falsos policías que actuaban en San Isidro.
Estos tres imputados son Luis Edgardo «Chispita» Ponce (27), Ariel Sebastián «Twity» Vera (28) y Matías Pereyra Duarte (25).
En los allanamientos, secuestraron el auto, las balizas, las gorras y chalecos policiales que usaban, las pistolas que fueron disparadas en algunos de los hechos y la clave para llegar a los compradores de camionetas que las canjeaban por droga: agendas con números telefónicos con prefijos de Bolivia y de un tal «Gordo Chata», luego identificado como Roque «El Viejo» Muñoz.
Se ordenaron las intervenciones telefónicas y tras ocho meses de escuchas se pudo determinar que «El Viejo» Muñoz y sus socios les pagaban a distintos grupos de ladrones entre 15.000 y 25.000 pesos por camioneta de acuerdo a la marca y el modelo.
Siempre según la acusación del fiscal, luego de «empapelarlas» o «cambiarles el plumaje» (adulterar patente y las numeraciones) Muñoz y otros miembros de la banda viajaban hasta el paso fronterizo de Aguas Blancas, en la provincia de Salta.
Cortando monte, cruzaban las 4X4 a Bolivia por el río Bermejo, donde les pagaban con cocaína («oro», «litros» o «cabezas de ganado» en las escuchas).
El 17 de diciembre pasado fueron arrestados «El Viejo» Muñoz (57), presunto líder de la organización; Claudio José Hassan (51), alias «Larry», contacto con los ladrones y encargado de un galpón en el barrio porteño de La Paternal donde ocultaban las 4X4; Ramón Maximiliano Aguilar (39) y N.D.G. (27), alias «El Doctor» o «El Tordo», el único que fue liberado por falta de mérito.
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