Las autoridades siguen luchando por controlar las llamas que ya devoraron casi 60.000 hectáreas desde que comenzó el 31 de mayo.
El incendio, uno de los más grandes de la historia de ese estado, amenazan la zona montañosa de la parte centro-oriental.
Las llamas amenazan gran parte de la zona montañosa de la parte centro-oriental del estado, y avanzan hacia Alburquerque, en el estado vecino de Nuevo México, según despacho de Ansa.
Más de mil efectivos, entre bomberos y otros agentes, están combatiendo el fuego, pero las labores de extinción se han visto dificultadas por el fuerte viento que sopla en el área, hasta el punto que las autoridades definieron «incontenibles» los fuegos en algunas zonas.
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