“No es mérito de Pollack que el ministro de Economía se haya reunido con los fondos buitres, sino una muestra de buena fe de la Argentina, en elmarco de la incapacidad de aquél como mediador para encontrar una solución que no sólo beneficie a los fondos buitres”, continuó.
Primeros pagos. Esta mañana, la Asociación Internacional de Seguros contra Default y Derivados (ISDA) declaró oficialmente a Argentina en default, con lo que activó los pasos para abonar unos 1.000 millones de dólares.
“La falta de pago constituye un evento de crédito para la República Argentina”, calificó la ISDA con el voto unánime de los 15 integrantes de su Comité Ejecutivo. El fondo Elliot, favorecido con la sentencia de Griesa, es asociado y suscriptor de ISDA y votó a favor del pago del seguro.
El comité de esa entidad se reunió a pedido del Banco Suizo UBS, para considerar si “la falta de pago de los bonos Discount constituía un evento crediticio”, en alusión a la cesación de pago de bonos de deuda.
Contra la negación de default que repitieran la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el ministro Kicillof en los últimos tres días, la determinación de ISDA se alineó con lo que las agencias calificadoras de riesgo Fitch, Standard & Poor’s y Moody’s ya habían declarado días atrás. Hoy se sumó la calificadora de riesgo crediticio china Dagong.
Tras la decisión del comité de la ISDA, se inició el proceso para cobrar los Credits Default Swaps (CDS), instrumentos que funcionan como un “seguro” para los inversores en caso de que los pagos se vieran interrumpidos.
La declaración del default abre un interrogante sobre una eventual aceleración en el cobro: los tenedores de ciertos bonos podrían reclamar el pago anticipado.
Aunque Argentina giró el 30 de junio los fondos para abonar el vencimiento -550 millones de dólares que permanecen en una cuenta local del Bank of New York Mellon (BoNY)-, el pago fue bloqueado por el juez estadounidense Thomas Griesa.
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