La Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN) ganó este viernes el Nobel de la Paz por su labor en favor de la prohibición de las armas de destrucción masiva en un contexto de tensiones con Corea del Norte e Irán
«La organización recibe el premio por su trabajo para llamar la atención sobre las consecuencias humanitarias catastróficas del uso de armas nucleares y por sus esfuerzos pioneros para lograr un tratado de prohibición de esas armas», dijo la presidente del Comité Noruego del Nobel, Berit Reiss-Andersen.
Más de 70 años después de las bombas atómicas estadounidenses lanzadas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, y mientras crecen las tensiones en torno a la crisis norcoreana, el Comité del Nobel quiso resaltar los incansables esfuerzos de la ICAN para librar al mundo de las armas nucleares.
Fundada en 2007 en Viena, durante una conferencia internacional sobre el tratado de no proliferación nuclear, la ICAN tiene su sede en Ginebra, en las instalaciones del Consejo Ecuménico de las Iglesias, otra organización internacional.
Esa coalición mundial de más de 300 oenegés impulsó un tratado histórico de prohibición de las armas nucleares que fue adoptado por 122 países en julio, aunque su alcance es sobre todo simbólico, dada la ausencia de las nueve potencias nucleares entre los firmantes.
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