Francisco dio un mensaje de esperanza ante un grupo de mil personas privadas de su libertad provenientes de 12 de países en la Basílica San Pedro.
El Papa dio una misa especial para presos… Francisco dio un mensaje de esperanza ante un grupo de mil personas privadas de su libertad provenientes de 12 de países en la Basílica San Pedro.
«Hoy celebramos el Jubileo de la Misericordia para ustedes y con ustedes, nuestros hermanos y nuestras hermanas que están encarcelados», dijo el papa.
Añadió que aunque el que viola la ley debe pagar por ellos, «nunca se debe perder la esperanza».
«A veces, cierta hipocresía lleva a la gente a considerarlos a ustedes como simples malhechores para quienes la única respuesta debe ser la cárcel», expresó el pontífice.
«No se nos ocurre la posibilidad de que la gente puede cambiar sus vidas. No confiamos en la rehabilitación. Pero al hacerlo se nos olvida que todos somos pecadores y con frecuencia, sin estar conscientes de ello, somos nosotros prisioneros también».
Antes de la llegada del papa, varios de los asistentes ofrecieron sus testimonios, incluyendo personas convictas de crímenes que reformaron sus vidas, y una madre cuyo hijo fue asesinado y quien describió su camino por dejar atrás el odio y el rencor, al acercarse a los presos.
Francisco también reiteró su advertencia sobre los peligros de seguir ciegamente al capitalismo y al individualismo.
«Hay veces en que estamos encerrados en nuestros propios prejuicios y esclavizados por el falso sentimiento de bienestar. Hay veces en que nos estancamos en nuestras propias ideologías y rendimos tributo a las leyes del mercado aun cuando aplastan a otras personas. En esas ocasiones, nos encerramos detrás de las murallas del individualismo y de la autosuficiencia, privados de la verdad que nos emancipa», declaró.
A lado del altar había una estatua de María cargando al niño Jesús quien tiene una cadena rota en sus manos. Esa es «una cadena de esclavitud y encarcelamiento», dijo el papa.
Francisco ha dado prioridad a exhortar al mundo a tener más compasión con los más vulnerables, como los pobres, los enfermos, los ancianos, los migrantes y los presos.
También le ha pedido a los gobiernos del mundo considerar la posibilidad de decretar una amnistía para los presos, colocándoles en programas que sean una alternativa al encarcelamiento y por lo menos abolir la pena de muerte.
Ag. de Npticias: La Voz
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