“Es extraño pero si hablo de esto para algunos resulta que el Papa es comunista”, señaló el pontífice ante movimientos de base, donde estaba presente también el Presidente Evo Morales.
El Papa Francisco reclamó este martes “tierra, techo y trabajo” para los pobres de todo el mundo ante un centenar de movimientos de base de todos los continentes reunidos en el Vaticano.
“Este encuentro nuestro responde a un anhelo muy concreto (…) un anhelo que hoy debería estar al alcance de todos, pero que hoy vemos con tristeza que está cada vez más lejos de la mayoría: tierra, techo y trabajo. Es extraño pero si hablo de esto para algunos resulta que el Papa es comunista”, dijo ante los participantes en el Encuentro Mundial de los Movimientos Populares, entre ellos el presidente boliviano Evo Morales.
En un largo y contundente discurso, en el que habló de realidades “muchas veces silenciadas”, el Papa argentino reconoció la lucha de los movimientos de base, “que no se contentan con promesas ilusorias, excusas o coartadas”, dijo.
“Vinieron a poner en presencia de Dios, de la Iglesia, de los pueblos, una realidad muchas veces silenciada”, reiteró.
“Tierra, techo y trabajo, eso por lo que ustedes luchan, son derechos sagrados. Reclamar esto no es nada raro, es la doctrina social de la Iglesia”, afirmó.
Por primera vez en la historia reciente de la Iglesia, un papa convoca a los movimientos de base de todo el mundo en el Vaticano y defiende su lucha por sus derechos.
“No se puede abordar el escándalo de la pobreza promoviendo estrategias de contención que únicamente tranquilicen y conviertan a los pobres en seres domesticados e inofensivos”, advirtió.
Dirigiéndose en español ante delegados de movimientos de cartoneros, trabajadores precarios y campesinos sin tierra de los cinco continentes, los llamados “excluidos”, Francisco habló también de la defensa de la tierra y del medio ambiente, de la creación.
“Me preocupa la erradicación de tantos hermanos campesinos que sufren el desarraigo, y no por guerras o desastres naturales. El acaparamiento de tierras, la deforestación, la apropiación del agua, los agrotóxicos inadecuados, son algunos de los males que arrancan al hombre de su tierra natal”, aseguró.
Por tres días, del 27 al 29 de octubre, delegaciones de movimientos representativos de los olvidados y excluidos de todos los continentes, junto a prelados del Pontificio Consejo Justicia y Paz y la Academia Pontificia de las Ciencias Sociales, debaten en el Vaticano sobre globalización, trabajo, medio ambiente y sobre todo de la creciente desigualdad social y el aumento de la exclusión en todo el mundo.
“Ustedes no trabajan con ideas, trabajan con realidades (…) tienen los pies en el barro y las manos en la carne. ¡Tienen olor a barrio, a pueblo, a lucha! Queremos que se escuche su voz que, en general, se escucha poco”, reconoció el papa latinoamericano.
A todos esos “excluidos” de la tierra, Francisco instó a seguir luchando: “Sigan con su lucha, nos hacen bien a todos”, dijo al despedirse tras llamarlos “un torrente de energía moral”.
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