El Papa viajó en ómnibus para iniciar un retiro de Cuaresma. Junto a otros religiosos de la Curia romana, Francisco se trasladó en un colectivo de turismo a Ariccia, a 26 kilómetros del Vaticano. Allí participará, hasta el viernes, de ejercicios espirituales.
El papa Francisco, que en pocos días cumplirá el primer año de su pontificado, inició este domingo el retiro espiritual por la Cuaresma en Ariccia, en la zona de los Castillos Romanos, adonde llegó en un micro de turismo junto a religiosos que lo acompañarán en los rezos y reflexiones.
Medios de todo el mundo mostraban al pontífice argentino bajando del colectivo dentro de la Casa del Divino Maestro, ofrecida por los paolinos para el retiro cuaresmal, que, según anunciaron la semana pasada, se iba a realizar en Albano Laziale, en la misma zona y cercana a Castelgandolfo, donde se alza la residencia papal de verano.
Grupos de fieles esperaron en el camino el paso del Papa con la ilusión de saludarlo, pero los dos ómnibus ingresaron a la residencia sin detener la marcha, publicó el diario italiano La Repubblica en su edición digital.
«El papa Francisco ha dejado el Vaticano para el retiro cuaresmal y ha arribado en pullman a la residencia de los Paolinos» en Ariccia, 26 kilómetros al sur de Roma, comienza el reporte.
Cerca del ingreso, describe, «muchos fieles se habían reunido con la esperanza de saludarlo en persona, pero el “cortejo papal”, constituido en dos pullman en los que viajaban cardenales y obispos, entró en la residencia sin hacer ninguna parada.
«El Pontífice seguirá con la curia romana los ejercicios espirituales que guiará el sacerdote Angelo De Donatis, párroco de San Marco Evangelista al Campidoglio», hasta el viernes.
Francisco no estará en la Santa Sede el 13, cuando se cumpla su primer año al frente de la Iglesia católica, pero estiman que miles de personas irán de todos modos a la plaza San Pedro.
Durante el Ángelus dominical, el Papa instó este domingo a los fieles a «construir sus vidas sobre lo esencial y deshacerse de los ídolos», antes de sus seis días de retiro espiritual de Cuaresma.
«Tenemos que deshacernos de los ídolos, de las cosas vanas», afirmó Bergoglio ante la multitud reunida frente al Vaticano.
Fuente: Cadena 3
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