Desmienten que el dinero quede en manos de los habitantes de su pueblo natal, como trascendió en los medios. Antonino Fernández nació en 1917 en el pueblo de Cerezales del Condado (España) pero a los 32 años se mudó a México.
De la felicidad plena a la desazón. Así pasaron los habitantes del pequeño pueblo de Cerezales del Condado en España… Es que medios de comunicación de todo el mundo publicaron que los 78 habitantes se convertirían en millonarios a partir de la herencia que les dejaba el empresario y filántropo Antonino Fernández, muerto en agosto pasado.
Una mala interpretación de su testamento se prestó para la confusión.
“Hoy nos han llamado hasta de China”, explica la recepcionista de la Fundación de Antonino, que aclara este punto: “No es que el señor Fernández haya hecho una donación institucional al pueblo en su herencia. Bastante nos dio durante toda su vida. Es que le ha dejado el dinero a sus familiares, y muchos de ellos viven aquí”.
¿Se entiende? La herencia, unos 198 millones de dólares, va a ir a parar a primos lejanos y sobrinos del exdirector ejecutivo de Grupo Modelo, propietario de la cerveza Corona de México.
En un principio se creía que la fortuna iba a ser para los habitantes del pueblo, algo que fue desmentido.
Antonino nació en medio de la pobreza en Cerezales del Condado en 1917. Undécimo de 13 hijos, se vio obligado a dejar la escuela a los 14 años porque sus padres no podían permitirse costear su educación. En 1949 Fernández se mudó a México y empezó a trabajar en el Grupo Modelo como empleado de almacén, pero años más tarde se convirtió en uno de los directores ejecutivos de la compañía.
Fue quien convirtió a la cerveza Corona en una de las más populares no solo de México, sino de todo el mundo.
Falleció a los 98 años el 31 de agosto de 2016, dejando parte de su inmensa fortuna, unos 210 millones de dólares, a sus familiares lejanos, ya que no tenía descendencia… Actualmente en Cerezales del Condado viven 80 personas.
«Simplemente no es verdad, por desgracia», afirmó Lucia Alaejos de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia, un centro cultural establecido en el pueblo gracias a las donaciones del empresario, señala el diario El Español.
Desmentida mundial
A pesar de vivir en México, Antonino jamás se olvidó de su pueblo natal. Creó la Fundación Cerezales Antonino y Cintia, para sufragar muchos de los gastos de Cerezales del Condado… “Él pagó el asfaltado de las calles del pueblo, la ermita, la iglesia, el cementerio y los dos depósitos de agua” cuenta Maximino Sánchez, presidente de la junta vecinal.
Maximino también se ha apresurado en desmentir “la información tergiversada que se ha publicado sobre Antonino. No ha donado dinero a los vecinos por el hecho de serlo. En su herencia ha puesto a sus familiares y como eran 13 hermanos, tiene algunos sobrinos que viven en el pueblo. Pero nada más”, aclara.
Además de todas las infraestructuras que pagó en su pueblo, la Fundación Cerezales Antonino y Cinia organiza un centenar de actividades gratuitas cada año.
Sea como fuere, lo que es cierto es que gran parte de los 198 millones de dólares en los que estaba cifrada la fortuna del magnate cervecero, irán a parar a Cerezales. Una pedanía donde sólo hay 78 habitantes censados, pero en la que no viven más de 30 personas. “En invierno no se quedan más de 25 personas y sólo hay dos niños”, explica el presidente de la Junta Vecinal.
Ag. de Noticias: La Voz
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