REPORTAJE A ALEJANDRO TOLEDO, EX PRESIDENTE PERUANO Y OTRA VEZ CANDIDATO, A DOS SEMANAS DE LAS ELECCIONES
Denuncia una intervención de Alan García para que no gane y un favoritismo hacia la hija de Fujimori, «un peligro para nuestra democracia». Explica en qué cambió y por qué ahora su prioridad es «que la prosperidad se refleje en el bolsillo del pueblo».
Aunque ha comenzado a bajar en las encuestas, el ex presidente Alejandro Toledo (2001-2006) sigue encabezando todos los sondeos. La encuestadora Ipsos Apoyo le otorga 23 por ciento de intención de voto, seguido por Keiko Fujimori, la hija congresista del ex dictador Alberto Fujimori (1990-2000), condenado a 25 años de cárcel por corrupción y violaciones a los derechos humanos, con 19 por ciento; el ex comandante Ollanta Humala, apoyado por la izquierda, con 17 por ciento; el derechista ex alcalde de Lima Luis Castañeda, y el ex ministro de Economía Pedro Pablo Kuczynski, muy vinculado con la banca internacional y con los grandes grupos de poder económico, igualados con 14 por ciento. Cuando faltan dos semanas para las elecciones del 10 de abril, la tendencia indica que las diferencias entre los cinco candidatos con posibilidades de ganar –en total son diez– se van estrechando. Los analistas coinciden que la única certeza es que habrá segunda vuelta.
«Seguimos primeros, aunque es cierto que la distancia se ha achicado. Voy a tratar de remontar esto (su baja en las encuestas). Estamos trabajando fuerte para eso», señaló Toledo, que recibió a Página/12 en su oficina de campaña en una amplia residencia de San Isidro, el tradicional barrio limeño de clase alta en el que conviven las sobrevivientes casonas de la vieja oligarquía, modernos edificios y el nuevo centro financiero de la ciudad. El ex presidente ha hecho un alto en su intensa actividad de viajes, mítines y recorridos a bordo del llamado «cholobus» por los barrios pobres que rodean Lima, para conversar con este diario sobre la campaña electoral y sus propuestas de gobierno. Alejandro Toledo, que asegura estar confiado de pasar a la segunda vuelta, se queja de una guerra sucia en su contra y apunta al presidente Alan García. «Hay una guerra sucia contra nosotros que viene del gobierno. El presidente García se ha convertido en un gran elector y está perturbando el proceso electoral», dijo Toledo.
–La intromisión del presidente García en las elecciones, que usted ha denunciado, ¿puede poner en riesgo el proceso electoral?
–No creo que esté en riesgo la democracia, pero sí creo que esa intromisión puede manchar el proceso electoral. Es democráticamente irresponsable que el presidente García meta las manos en el proceso electoral como lo está haciendo y eso emite una señal contraproducente al mundo. Se entromete en torcer la voluntad de los votantes haciendo uso del poder del Estado. Está todos los días en campaña para favorecer a los candidatos que prefiere y simultáneamente está en su campaña propia para las elecciones de 2016.
–Sin un candidato del oficialismo al cual apoyar, ¿cuál es el candidato al que García busca favorecer?
–Alan García quiere que gane cualquiera menos Toledo o Humala. El presidente García ha dicho que no puede poner al presidente que quiera, pero que sí puede impedir que sea presidente alguien que él no quiera que sea presidente. Y está tratando de cumplir eso. García no quiere ni a Toledo ni a Humala.
–¿Por qué García no quiere que usted sea nuevamente presidente?
–Porque tiene una concepción errónea de que Toledo lo va a perseguir. La verdad es que yo no tengo espacio para el rencor y la revancha y no voy a perseguir al presidente García.
–¿Un eventual gobierno suyo impulsaría una investigación a los hechos de corrupción en el gobierno de García?
–En mi gobierno no habrá persecución contra nadie, pero tampoco habrá borrón y cuenta nueva.
–En esta campaña usted ha criticado el actual modelo económico por ser primario exportador y excluyente, y ofrece cambiarlo. Pero ese modelo económico que ahora cuestiona es el mismo que usted aplicó en su gobierno.
–Lo que pasa es que nosotros recibimos una economía en recesión y la prioridad era reactivarla. Eso significaba que funcionen todos los sectores, como el primario exportador y el extractivo. Ahora que la economía está floreciendo y los precios de los minerales son altos, necesitamos utilizar esos ingresos para cambiar la estructura productiva. Hay que invertir más en conocimiento, salud, educación, ciencia, tecnología, innovación, para hacer que la producción tenga mayor valor agregado y seamos menos vulnerables.
–Eso sería un cambio de lo que fue la política económica en su gobierno.
–Sí, absolutamente. Son dos tiempos distintos.
–Ahora también ofrece mejorar la redistribución de los ingresos del crecimiento económico, pero una crítica a su gobierno fue precisamente la falta de redistribución.
–No se puede redistribuir pobreza y nosotros veníamos de una recesión y no teníamos ingresos. Hoy la caja fiscal es boyante. No me interesa que la economía crezca si los beneficios no se sienten en el bolsillo de la gente.
–En su gobierno hubo crecimiento económico, pero los beneficios de ese crecimiento no se sintieron en el bolsillo de la gente.
–En la segunda etapa de mi gobierno, cuando ya teníamos ingresos, comenzamos con importantes programas sociales, creamos el Seguro Integral de Salud para los más pobres, duplicamos el sueldo a los maestros, a los jueces, a los fiscales. Si somos elegidos, en este segundo gobierno la prioridad será redibujar el rostro social del Perú, dándole la primera importancia a las políticas sociales, como agua potable, salud, desagüe, educación, caminos rurales, Internet gratuita en las zonas rurales. Ahora le puedo decir que crecer no es suficiente. El crecimiento es un medio, no es un fin. El fin es mejorar las condiciones de vida de la población y eso se hace con una redistribución de los beneficios del crecimiento.
–¿Esa política de redistribución incluiría aumentar los impuestos a las empresas mineras, que en los últimos años han tenido altas sobreganancias pero pagan bajos impuestos debido a los contratos de estabilidad tributaria que tienen, y utilizar esos recursos para financiar programas sociales y las políticas de educación y de salud?
–El incremento de impuestos a las empresas mineras es una propuesta que estamos explorando, todavía no hay una definición en este tema. Es una posibilidad, pero le aseguro que nosotros nunca vamos a violar los contratos de estabilidad tributaria que existen. No vamos a cambiar las reglas del juego a la mitad del partido por la mala señal que eso emite a los inversionistas. Pero ya se vencen varios contratos de estabilidad tributaria y lo del aumento del impuesto a las mineras es una posibilidad para los nuevos contratos. Pero eso siempre lo haríamos hablando con las empresas.
–¿Una segunda vuelta entre usted y Keiko Fujimori sería como una repetición de su enfrentamiento con Alberto Fujimori en las elecciones de 2000?
–Aunque el terreno es distinto y hay muchos elementos diferentes, de alguna manera sería la réplica de lo ocurrido hace diez años. Una segunda vuelta con Keiko Fujimori sería una lucha entre la democracia y el autoritarismo…
–¿Un eventual triunfo de Keiko Fujimori pondría en riesgo la democracia peruana?
–Sí, podría poner en riesgo la democracia, que todavía es frágil. Keiko Fujimori representa el espíritu de su padre. Ella cree que la mano dura significa inclusive la violación de los derechos humanos. Su triunfo no sería una buena señal para el mundo. En el fujimorismo se concentra una gran vocación autoritaria, una carencia de respeto a los derechos humanos, a la libertad de expresión y a la independencia de poderes.
–¿Coincide con quienes señalan que hay un pacto entre el presidente García y Fujimori?
–No tengo que especular, las evidencias empíricas de eso son muy fuertes. Le doy un ejemplo: en estos cinco años todas las presidencias del (oficialista) Partido Aprista del Congreso han sido elegidas con los votos de Fujimori.
–En caso de que llegue a la presidencia, ¿descarta la posibilidad de un indulto a Alberto Fujimori?
–Sí. Yo no trastrocaría el trabajo del Poder Judicial. Yo respeto la independencia de los poderes y el Poder Judicial ya ha dicho su palabra. La violación de los derechos humanos es un tema muy fuerte. Yo no visualizo ahora un indulto a Fujimori.
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