TOMAS GOMEZ, CANDIDATO DEL PSOE PARA LA COMUNIDAD DE MADRID. Compite desde el socialismo por recuperar un territorio que el Partido Popular gobierna desde hace dieciséis años. De viaje en Buenos Aires para explicar su propuesta, habló de una unidad de izquierda para esta elección.
Son cerca de 20 mil los madrileños que viven en Argentina. Tomás Gómez, el candidato a presidir la comunidad de Madrid por el Partido Socialista Obrero de España (PSOE), les presentará su plataforma de gobierno para la capital española, una de las 13 –de 17– ciudades que renovarán sus autoridades en las elecciones autonómicas del 22 de mayo. «Venimos a tener contacto con nuestra gente, a escuchar las propuestas que quieran incorporar a nuestro programa y a contarles lo que nosotros tenemos pensado para ellos», comentó. En diálogo con Página/12 , criticó la década y media de gestión del Partido Popular (PP) en la capital española y aseguró que el PSOE está preparado para retomar el mando. «Estamos más preparados que nunca para recuperar Madrid», concluyó.
«Madrid tiene una responsabilidad histórica dentro del país. Es la capital, la región referente de España y debe estar al nivel de las diez mejores ciudades capitales de Europa, como Luxemburgo, Oslo o Bruselas. Madrid tiene que tener un papel relevante en la salida de la crisis que aún sufre el país. De eso venimos a hablar con los madrileños que viven en Argentina; de las propuestas que tenemos para devolverle a su ciudad las condiciones que se merece», introdujo Gómez.
–Con Rodríguez Zapatero descartado como candidato del PSOE y las demostraciones de rechazo de la población a las últimas medidas de su gobierno, ¿qué posibilidades tiene de recuperar un territorio que hace dieciséis años es gobernado por el PP?
–Estamos más cerca que nunca de recuperar Madrid. No tengo ninguna duda de que se producirá un cambio de gobierno. Hay un mayoría socialista de izquierda en la ciudad y es nuestra obligación convertirla en una hegemonía política en las urnas. Ese es el cambio que todos esperamos. El Partido Socialista tiene mucha fortaleza, mucha inserción social. Ya demostraremos el 22 de mayo que somos capaces de ganar lugares que considerados perdidos.
–¿Qué ofrece el PSOE para cambiar el rumbo?
–Los referentes del Partido Popular de Madrid son la representación de la derecha más radicalizada de España. Tienen muy poco sentido de Estado. Ponen obstáculos donde pueden en lugar de arrimar el hombro a la crisis. Durante esos 16 años hemos visto cómo han sido erosionados el Estado de Bienestar, la sanidad, uno de los baluartes de la ciudad, la educación. Nosotros apostamos a recuperar todo aquello, a sumar calidad democrática al gobierno y calidad de vida a la gente. Queremos que Madrid lidere el país y recupere las buenas relaciones con el resto de las comunidades españolas que deterioró el gobierno de PP, los servicios públicos, el nivel educativo, una mejor formación profesional.
–El sistema de salud pública es uno de los campos en el que más confrontaron usted y la candidata del PP, Esperanza Aguirre. ¿Por qué?
–Desde el PSOE defendemos la sanidad pública tal como fue concebida durante los últimos 30 años en el país: gratuita, universal y de calidad para todos los ciudadanos. El PP propone aplicar el sistema de copago, que implica el traslado de un porcentaje de los gastos de tratamiento a los pacientes. Si hay que ahorrar recursos, recuperar gastos, pues no puede pagar el paciente que está más enfermo. Consideramos, en todo caso, que el que tendría que abonar más es el paciente de más recursos. Proponemos un cambio de eje frente a esa propuesta. Cuando la derecha gobierna, acude de inmediato a una privatización del sistema. En Madrid empezaron a hacerlo con el tratamiento de diabetes, el oxígeno a domicilio, la prevención del cáncer de mama, elementos de higiene personal de urgencia.
–¿Qué propone para los madrileños que residen en Argentina?
–Queremos contarles nuestro proyecto para implementar la tarjeta sanitaria de la comunidad, a través de la asistencia del Hospital Español, y la ampliación del sistema de becas universitarias.
–¿Cómo inciden las elecciones autonómicas en el mapa político español con vistas a los futuros comicios presidenciales?
–Más de un 40 por ciento de los recursos públicos son administrados por las comunidades, con lo cual las responsabilidades están divididas prácticamente de manera parcial entre ellas y el gobierno nacional. Por eso es fundamental que las personas comprendan la importancia de este proceso eleccionario a la hora de emitir o no su voto. Recién cuando pase el 22 de mayo comenzaremos el debate interno acerca de quién reemplazará a Zapatero en la lista para pelear por la presidencia.
–¿Qué opinión le merece el rechazo del Tribunal Superior de Justicia al recurso de Sortu para participar en las elecciones presidenciales?
–Los socialistas creemos en el Estado de Derecho y nunca hemos cuestionado las decisiones de la Justicia. No nos fiamos del entorno de ETA; no nos fiamos de ETA, directamente. La lucha antiterrorista que desarrolló el gobierno de Zapatero fue de la máxima, no ha cesado en ningún momento y, por suerte, está en sus últimos días.
–¿La acusación al juez Baltasar Garzón por investigar el caso Gürtel tiene que ver con que referentes del PP estén involucrados en el caso de corrupción?
–Sin duda. Se trata de un intento más de parte del PP de amedrentar a todo aquel que intente investigar los casos de corrupción que los desbordan. Ellos mismos han puesto de manifiesto en los últimos años que están invadidos por la corrupción. En Madrid, en Valencia, en muchísimos otros lugares. Es increíble que el juez que decidió investigar la corrupción esté sentado ahora en el banquillo de los acusados cuando todavía hay personas que están sospechadas en el caso y siguen ocupando sus bancos de parlamentarios. En Madrid, el PP tuvo que ver con que la Justicia diera por cerrado el caso en el que se estaban investigando casos de espionaje dentro del gobierno de Aguirre. La Audiencia Provincial ordenó su reapertura el 30 de marzo pasado.
–Uno de los ejes principales del gobierno de Zapatero fue la reducción de gastos, pero decidieron continuar las acciones en Libia a pesar de los 14 millones de dólares por mes que cuestan. ¿Por qué?
–La misión del gobierno en Libia se enmarca en la legalidad internacional y es una cuestión de justicia. Era un deber del gobierno intervenir en la realidad de un pueblo al que un dictador estaba masacrando. El gobierno y la comunidad internacional hicieron lo que debían.
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