El Fondo Monetario Internacional volvió a presionar al gobierno por la dudosa calidad de sus estadísticas de inflación y crecimiento. El organismo le otorgó a la Argentina un plazo adicional de tres meses, hasta el 17 de diciembre, para mejorar la calidad de sus estadísticas.
El organismo multilateral emitió un comunicado en el que subrayó la «falta de progresos suficientes para implementar las medidas correctivas desde su última reunión del 1 de febrero pasado y expresó a las autoridades su preocupación por que la Argentina no ha alcanzado mejoras de conformidad con las obligaciones asumidas bajo el acuerdo del Fondo».
De esta manera, el organismo multilateral de crédito eludió una condena directa al país por la actuación del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) y volvió a postergar una definición al respecto, esta vez por un lapso de noventa días. No obstante, el escueto comunicado del FMI señala la «preocupación» del Consejo Ejecutivo por la «falta de progresos» en las «obligaciones asumidas», tanto en el Índice de Precios al Consumidor como en el Producto Bruto Interno.
Según los reglamentos del organismo, Argentina debe responder a los requerimientos del ente antes de este nuevo y último plazo, a partir del cual puede abrirse el mecanismo de censura primero, y luego, de sanciones.
Ningún país ha sido sancionado en los 68 años del FMI a causa de la calidad de sus cifras. El Fondo lleva a cabo evaluaciones regulares de sus 188 miembros.
Argentina es el único miembro del G20 que rechazó permitir al FMI hacer una revisión anual de la economía del país, un procedimiento contemplado en el artículo IV de la entidad.
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