La droga es conocida como ‘gripi’, por su alto nivel de pureza. Hace dos días, el Ejército colombiano había desmantelado un laboratorio en el que la guerrilla elaboraba cocaína
Según recordó el diario El Universal, que reveló el decomiso de marihuana, el Sexto Frente de la guerrilla, ubicado en el norte del estado de Cauca, basa su economía en el tráfico de drogas.
De acuerdo al Ejército, en medio de un enfrentamiento con esa división de las FARC fue decomisada la droga, junto a una prensa y dos balanzas. La marihuana estaba distribuida en 60 costales, prensada e impermeabilizada.
El golpe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia llegó dos días después que el Ejército desmantelara un laboratorio clandestino que servía para la elaboración de pasta base de coca y como centro de acopio, en el departamento de Vaupés (foto). Los soldados también erradicaron un cultivo de cuatro hectáreas sembradas con hojas de coca.
Profesor de guerrilleros
Este domingo el Ejército también informó que abatió al guerrillero alias Darío o El Toro, quien «tenía la misión de entrenar a los integrantes del bloque central (de la guerrilla) y participar como uno de los brazos operativos de alias Jerónimo Galeano en el planeamiento y organización de actividades terroristas en los departamentos de Huila y Tolima».
«Fue, precisamente, su capacidad terrorista la que le permitió escalar posiciones dentro de las Farc llegando en el año 2006 a ganarse la absoluta confianza de su máximo cabecilla, alias Alfonso Cano; de ahí que fuera nombrado cabecilla de la escuela de entrenamiento Hernán Murillo Toro, donde se destacó por su habilidad para entrenar a los principales cabecillas y formar a los mandos medios de las estructuras que conforman el bloque central en ideología comunista, manejo de masas, técnicas de combate, francotiradores y métodos terroristas no convencionales como la elaboración y siembra de artefactos explosivos, acciones extorsivas y de secuestro», agrega el comunicado oficial.
En otro operativo, el Ejército también capturó a alias Maku y Nene, presuntos miembros de las FARC «encargados de suministrar y trasportar armas, municiones y uniformes de uso privativo de las fuerzas militares, provenientes de las ciudades de Bogotá y Villavicencio», según informó un parte oficial.
Mientras, dos hombres y una mujer decidieron dejar las armas y acogerse al programa gubernamental de reintegración social. «Los sujetos que viajaron por varios días hasta la capital de la República, llegaron en posesión de armas, municiones, proveedores y 40 kilos de explosivo pentolita», reza el comunicado policial.
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