Las autoridades japonesas han declarado un «estado elevado de alerta» en la central nuclear de Fukushima Daiichi después del seísmo de 8,8 grados en la escala de Richter que sacudió hoy al país, según informó el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
El Organismo, que obtuvo esa información de las autoridades nucleares niponas, indicó que no se había producido ningún escape de radiactividad de la planta atómica, que ha cesado su actividad.
«El OIEA busca más detalles sobre la situación en Fukushima Daiichi y otras plantas de energía nuclear y reactores de investigación, incluyendo información sobre suministros de energía eléctrica, los sistemas de enfriamiento y la condición de los reactores», afirmó en un comunicado difundido en Viena.
Cerca de 2.000 personas que residían en un radio de dos kilómetros de la central de Fukushima fueron evacuadas a petición de las autoridades locales al detectarse problemas en el sistema de ventilación, lo que ha llevado al Gobierno a enviar un avión con militares para controlar esas instalaciones.
El combustible nuclear requiere de un enfriamiento continuo incluso cuando las instalaciones atómicas han dejado de funcionar, recordó la agencia nuclear de la ONU.
El OIEA agregó que un incendio próximo a la turbina de la planta nuclear de Onawaga ha sido controlado y no existe riesgo alguno.
El temblor paralizó la actividad de once centrales nucleares, aunque el Gobierno ha negado la existencia de fugas radiactivas.
No obstante, como dicta el protocolo nipón en estos casos, el Ejecutivo ha decretado el estado de emergencia de energía nuclear.
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