Jueves Santo: Francisco lavó los pies de 12 presos, incluido un argentino. Fue durante los ritos del Jueves Santo. Como parte de las ceremonias de Semana Santa, el papa Francisco lavó este jueves los pies y dio la comunión a 12 detenidos, entre ellos un argentino, al celebrar con una visita «estrictamente privada» a una prisión de las afueras de Roma la misa de la Cena del Señor.
El Pontífice visitó la cárcel de Paliano, en la localidad de Frosinone, para cumplir con el rito de lavado de pies a los presos, entre ellos tres mujeres, un musulmán a punto de ser bautizado, un albanés, seis italianos y un argentino, que recibió el bautismo en la ceremonia.
Francisco estuvo luego con otros dos detenidos, un hombre y una mujer, de manera separada ya que se encuentran en régimen de aislamiento, al igual que otras 8 personas enfermas de tuberculosis a quienes saludó.
«El jefe de la Iglesia es Jesús. El Papa es la figura de Jesús, y yo quisiera hacer lo mismo que él ha hecho. En esta ceremonia el párroco lava los pies a los fieles. El que parece el más grande debe hacer el trabajo de esclavo», aseguró el Pontífice durante la homilía pronunciada improvisadamente en el recinto carcelario.
«Si pueden hacer una ayuda, un servicio a sus compañeros de cárcel, háganlo. Esto es amor, es como lavar los pies», les pidió a los 58 detenidos que cumplen distintas condenas por pertenecer a la mafia y que han visto reducidas sus sentencias por colaborar con la justicia italiana.
«Eso de lavar los pies era una tradición que se hacía en la época antes de los almuerzos y las comidas, porque era gente que venia del camino y estaba sucia, con polvo del camino. Uno de los gestos para recibir una persona en casa era lavarle los pies, pero esto lo hacían los esclavos», agregó.
Dos de los detenidos a los que lavó los pies, cumplen cadena perpetua en la prisión ubicada a 63 kilómetros de Roma. La participación de los presos en la misa fue activa: ellos animaron la liturgia y cuatro sirvieron en la celebración. Los reclusos de la cárcel obsequiaron a Francisco varios regalos: productos de su huerta biológica, cruces de madera, un mantel de lana blanca y algunos dulces.
Mensaje
El Papa pidió hoy «no responder a la violencia con más violencia» porque de esa forma sólo ganan «los señores de la guerra», al tiempo que lamentó que en este contexto global «los que pagan el precio son siempre los últimos, los indefensos».
«Pienso que hoy el pecado se manifiesta con toda su fuerza de destrucción en las guerras, en las diversas formas de violencia y maltrato, en el abandono de los más frágiles. El precio lo pagan siempre los últimos, los indefensos», aseguró el Pontífice en una entrevista con el diario italiano La Repubblica publicada este jueves.
«Me viene pedir con más fuerza la paz para este mundo sumiso a los traficantes de armas que ganan con la sangre de los hombres y mujeres», pidió Jorge Bergoglio en el diálogo dado a conocer el Jueves Santo, inicio de las celebraciones pascuales que culminarán el domingo con la tradicional bendición «Urbi et Orbi» desde el balcón de la Basílica de San Pedro.
«¿La violencia permite alcanzar objetivos de valores duraderos? ¿Todo lo que se obtiene no es quizás solo desencadenar represalias y espirales de conflicto letales que llevan beneficios sólo a unos pocos ‘señores de la guerra’?», se preguntó el Obispo de Roma.
«Lo he dicho muchas veces y lo repito: la violencia no es la cura para nuestro mundo roto», aseguró.
«Responder a la violencia con la violencia conduce, en la mejor de las hipótesis, a la migración forzada y un inmenso sufrimiento, ya que grandes cantidades de recursos se destinan a fines militares y se sacan de las necesidades diarias de los jóvenes, las familias en dificultades, los ancianos, los enfermos, los gran mayoría de los habitantes del mundo», denunció. «En el peor de los casos puede llevar a la muerte, física y espiritual, de muchos, si no todos», sostuvo el Pontífice.
En ese marco, sostuvo que «el siglo pasado estuvo devastado por dos guerras mundiales homicidas, conoció la amenaza de la guerra nuclear y un gran número de otros conflictos, mientras hoy lamentablemente estamos atrapados con una terrible guerra mundial por partes». «No es fácil saber si el mundo actualmente es más o menos violento de lo que era ayer, o si los modernos medios de comunicación y la movilidad que caracteriza a nuestra época nos hacen más conscientes de la violencia o más acostumbrados a ella», finalizó.
Fuente: La Voz
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