Aunque aclaró que hará lo que esté a su alcance para ayudar a los países en apuros, Pekín busca minimizar las expectativas en Europa
PEKIN.- Pese a las expectativas de varios líderes de la zona euro, como el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, que pidió explícitamente la ayuda de Pekín para sortear la debacle, Europa no debería esperar que China lidere el rescate como su «salvador» de la crisis de deuda, advirtió ayer la agencia de noticias estatal Xinhua, en un editorial.
«En medio de una crisis de esta magnitud, que no tiene precedente en Europa, China no puede asumir el papel de salvador ni entregar una «cura» para la enfermedad europea», expresó la agencia estatal, cuyos comentarios reflejan el punto de vista del gobierno chino.
La declaración se conoció luego de que Sarkozy anunciara, el jueves pasado, que llamó por teléfono al presidente chino, Hu Jintao, para transmitirle que consideraba que Pekín tenía un «papel importante que jugar» en el plan aprobado por los líderes europeos ese mismo día en la cumbre de Bruselas. Este acuerdo prevé una quita del 50% en la deuda de Grecia con los bancos y un aumento del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) a un billón de euros.
A pesar de que China ha dado señales de que estaría dispuesta a ayudar a Europa, aún no ha hablado de cifras. Klaus Regling, el funcionario que dirige el fondo de rescate europeo, visitó China el viernes y anteayer para alentar a Pekín a invertir en el FEEF.
El artículo difundido ayer por Xinhua aclaró que China hará lo que esté dentro de su capacidad para ayudar a un amigo en necesidad, aunque aclaró: «Depende de los países europeos resolver sus propios problemas financieros».
«La buena voluntad de Pekín es una buena respuesta para quienes ven a China como un rival amenazante para Europa», agregó la agencia en su editorial. Se trató de una clara alusión a las críticas que históricamente han hecho los países europeos -y Estados Unidos- a Pekín, en el sentido de que mantiene el yuan excesivamente devaluado, lo que les permite a sus exportaciones ganar mercado en forma desleal mientras se pierden puestos de trabajo en otros países industrializados.
Pero la gran duda que persiste es si China -que ya ha anunciado su interés en comprar bonos de países en problemas, como Grecia, Portugal y España, y posee reservas por 3,2 billones de dólares, las mayores del mundo- finalmente comprometerá fondos para contribuir a la ampliación del FEEF.
Por lo pronto, la gira del presidente Hu Jintao por Europa, que comenzó ayer en Austria y terminará el viernes en Cannes, sur de Francia, tras la cumbre del Grupo de los 20 (G-20), alimentó las expectativas de los países europeos de que habrá un anuncio en este sentido.
La propia UE admitió que no espera resolver la crisis de la zona euro por sí sola y dijo que espera que de la cumbre surja alguna propuesta de ayuda de países industrializados y emergentes para superarla. «Nosotros hemos hecho nuestra parte, pero sirve la ayuda de todos para asegurar la reactivación global y el crecimiento», escribieron los presidentes de la Comisión y del Consejo europeos, José Manuel Durão Barroso y Herman Van Rompuy, en un comunicado dado a conocer ayer.
Los países europeos han criticado a China por su política de mantener artificialmente devaluado el yuan, lo que favorece a las exportaciones chinas. Y precisamente por esta cuestión, los líderes europeos creen que China debería ampliar sus aportes al FEEF, aunque muchos temen que, si esto se concreta, la UE deba moderar sus críticas en este sentido a Pekín.
De hecho, el premier chino, Wen Jiabao, dijo recientemente que cualquier ampliación del apoyo para que Europa supere su crisis de deuda soberana pasa por reconocer a la segunda potencia económica del mundo como una «economía de mercado».
Este reconocimiento disminuiría considerablemente las sanciones contra China por dumping o competencia desleal, al considerar que sus productos se venden artificialmente por debajo de su precio de mercado. Ayer, Pekín pidió explícitamente que la UE suspenda los «discriminatorios» aranceles antidumping que aplica al calzado chino.
«¿Cómo podrá ahora Europa pedir a China que deje de subvaluar su moneda y acepte términos recíprocos de comercio?», se preguntó ayer la presidenta del opositor Partido Socialista francés, Martine Aubry, que calificó de «vergonzoso» el pedido de ayuda a Pekín de Sarkozy. «Al volcarse a los chinos los europeos están mostrando que son débiles. La respuesta debería haber sido europea», agregó.
Pero también hay mucha resistencia en la opinión pública de China a ayudar a la UE. Esta indignación se puede apreciar en los weibos , los microblogs chinos con centenares de millones de usuarios. «Europa es mucho más rica que China. ¿Cómo es que le falta dinero? Es una verdadera estafa», dijo una popular usuaria, Song Hongbing. «¿Cuándo se dedicarán [el gobierno] a ayudar a su población, a la zona rural, a dar trabajo a las legiones de estudiantes graduados que están sin empleo?», se preguntó otro.
Agencias Reuters, AFP y EFE .
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