Venden semillas de marihuana on line y con tarjeta. Sitios de España, Holanda y Chile ofrecen catálogos con las diferentes variantes. Un click es suficiente para iniciar el pedido y cargar al carrito de compras un paquete de semillas de marihuana, lámparas o fertilizantes.
La proliferación de tiendas online que comercializan productos para los que desean cultivar plantas con THC creció al ritmo de los sitios de ropa, zapatos, libros o muebles.
“Desde hace tres años vendo semillas, fertilizantes, lámparas y accesorios para la siembra de marihuana, pero desde que lanzamos la tienda online, a principios de este año, aumentaron los pedidos de manera sorprendente, y los que más nos compran de Latinoamérica son argentinos”, cuenta Jaime, encargado de Semillalandia.com, página española con un catálogo de distintas semillas y promociones por compra en cantidad.
Entre el registro de visitas, recibieron más de 8.500 usuarios argentinos. Luego sigue Chile, México con más de 3 mil, y Colombia y Perú con poco más de mil. “Recibimos entre dos o tres pedidos por día de argentinos, además de consultarnos por tipos de semillas. Algunos tienen una finalidad medicinal y buscan determinados niveles de los componentes y otros sólo la compran para usos recreativos”, menciona Jaime, que se define sólo como distribuidor, ya que no consume ni produce.
Lo llamativo es que en nuestro país no existe una regulación sobre este tipo de mercado, ya que no está sancionada la compra de las semillas pero sí la portación y tenencia (ver aparte).
Comprar. En todos los casos, la forma de adquirir los productos es similar: se registra el usuario, se crea un perfil, se carga el producto a su carrito, y elige la forma de pago –que puede ser por un depósito, tarjeta de crédito o transferencia. El envío demora entre ocho y diez días, según el correo, y muchos portales garantizan que el producto llega en condiciones al empaquetarlo de forma discreta.
“Hay más distribuidores de semillas y elementos para el cultivo porque hay más autoproductores que las demandan”, sentencia Tito Arrua, de Basta de Lobby, un grow shop argentino dedicado al asesoramiento y venta de productos para el cultivo de plantas.
“Muchos esperan a que algún conocido viaje a Europa y se las encargan, pero otros se pasan semillas. Cada vez son más los que se preparan e informan para cultivar. No cualquiera tiene el tiempo, ni la preparación, por eso es valorable que sean más los que de manera responsable aprenden a tener sus plantas, cuidarlas y conocer lo que consumen”, dice. Y asegura que “todo este proceso de aumento de cultivadores es parte del camino al blanqueo”, ya que son más lo que se animan a reconocer que consumen la sustancia.
Según la última encuesta nacional sobre consumo de sustancias psicoactivas en estudiantes del Nivel Medio, realizada por la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico, la marihuana presenta la tasa de incidencia más elevada (del 7%, 9,9% en los varones y 4,5% en las mujeres), donde también figura el tabaco y el alcohol. Según voceros del Sedronar, los índices son llamados de atención y por eso consideran necesario mantener distintas estrategias de prevención del consumo.
En paralelo a cualquier sanción se evidencia una naturalización sobre el tema. En los últimos días, por ejemplo, en el centro porteño se observó gran cantidad de volantes que anunciaban el lanzamiento del portal Dr. Sativa. Se trata de otra web que mediante videos, fotos e imágenes diseñadas informan cómo se realiza un cultivo. “Apuntamos a enseñarle al que no conoce nada sobre el tema. No sólo al que ya tiene plantas en su casa, porque la idea es que más gente pueda tener su cosecha, de todo tipo de planta, para que ame la naturaleza”, explica Federico Riveiro, director del portal. Y sostiene que “hace veinte años ser gay era pecado, ahora está mejor visto y lo mismo sucede lentamente con la marihuana”. “La cantidad de gente que cultiva es más de la que imaginamos. Yo empecé a cultivar por un tratamiento médico y luego entendí que podía armar un proyecto para ayudar a otros que se inician”, finalizó.
Existe un vacío legal
En la Argentina, las semillas de cannabis sativa figuran dentro del listado de sustancias prohibidas y sometidas a las penas impuestas por la ley 23.737 para la tenencia, el almacenamiento y el comercio.
La venta de semillas de marihuana, al igual que sucede con la venta de otro tipo de drogas como LSD o cocaína, ostenta una pena de cuatro a 15 años de prisión. Aunque el acto de comprar no está penado (en el comercio de drogas sólo se castiga la venta, no la adquisición), la tenencia de semillas, aunque sea una sola, está castigada con uno a seis años de cárcel.
Y como ocurre con la tenencia de cannabis, si luego de la detención y el posterior proceso penal, el usuario demuestra “inequívocamente” que esas semillas son para su propio consumo, la ley permite canjear la pena de seis meses a dos años de prisión, por un tratamiento de rehabilitación.
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