La Organización Internacional del Trabajo (OIT) advirtió sobre la posibilidad de que toda una generación de trabajadores jóvenes sea «marcada» por «una peligrosa mezcla de elevado desempleo, creciente inactividad, trabajo precario en los países desarrollados» y por el aumento de personal pobre.
El informe «Actualización de las Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil 2011″ publicado en el sitio de la organización sostuvo que «la mala suerte de la generación que accede al mercado laboral en la gran recesión produce sensación de malestar y, ello, es provocado por el desempleo, el subempleo y la tensión de los riesgos sociales, todo ello asociado con la ausencia de trabajo y la inactividad prolongada».
Indicó que también otras consecuencias a largo plazo podrían ser los salarios más reducidos y la desconfianza en el sistema político y económico, en tanto subrayó que «esa frustración colectiva fue uno de los factores que contribuyeron al surgimiento de los movimientos de protesta alrededor del mundo este año».
En números
La organización señala que el número absoluto de jóvenes sin empleo disminuyó de forma leve desde su punto más elevado en 2009 (de 75,8 millones ese año a 75,1 a fines de 2010, lo que equivale a una tasa de desocupación de 12,7 %), y bajará a 74,6 millones en 2011 (tasa de 12,6), aunque atribuyó la reducción a que cada vez más jóvenes se retiran del mercado y no a que encuentran trabajo.
Ello ocurre en las economías desarrolladas y en la Unión Europea y existe una tendencia preocupante en Irlanda, donde la tasa de desempleo juvenil (de 9% en 2007 a 27,5 en 2010) podría haber sido superior a 19,3 puntos si aquellos que «se esconden en el sistema educativo o esperan en el hogar una mejora de la situación hubiesen sido considerados como desempleados».
Medidas
Según el informe, lo que se requiere es generar empleos a través de medidas que se extiendan más allá del mercado laboral y que apunten a remover los obstáculos de la recuperación económica.
Ello incluye acelerar la reforma del sistema financiero, la reestructuración y recapitalización de los bancos para relanzar el crédito a las pequeñas y medianas empresas y un verdadero progreso en el reequilibrio de la demanda global, agregó el estudio.
El informe propuso adoptar medidas políticas para promover el empleo juvenil, como el desarrollo de una estrategia integral de crecimiento y creación de empleos; la mejora de la calidad de los trabajos mediante el fortalecimiento de las normas laborales; inversión en educación y formación de calidad y la aplicación de estrategias financieras y macroeconómicas a fin de remover los obstáculos para producir la recuperación económica.
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