Más de 700 muertos y 863 heridos dejó una avalancha de peregrinos en La Meca fue la mayor tragedia en los últimos diez años. El lugar es proclive a este tipo de dramas por la gran cantidad de peregrinos que acuden desde todos los rincones del mundo islámico. Para el gobierno saudita, estas aglomeraciones «y el incumplimiento de las instrucciones oficiales» por parte de los fieles figuran entre las causas para este incidente en la ciudad sagrada musulmana
Una fenomenal avalancha humana producida ayer cerca de La Meca, Arabia Saudita, durante la tercera jornada de la peregrinación musulmana provocó al menos 717 muertos y 863 heridos. Según informaron las autoridades de Protección Civil, la causa de la tragedia –la peor registrada en un evento masivo mundial en la última década– fue el aumento del flujo de peregrinos y la entrada repentina de un gran número de ellos a la zona donde se disponían realizar el ritual tradicional.
La avalancha ocurrió a las 07:05 hora local (02:05 de Argentina) en la zona de Mina, situada a unos 10 km al este de La Meca. Los fieles se dirigían desde sus campamentos al lugar en el que debían cumplir con el rito de lapidación de las tres columnas que simbolizan las tentaciones del diablo. Según explicó el ministro de Salud saudita, Jaled al Falah, «la aglomeración y el incumplimiento de las instrucciones (por parte de los peregrinos) fueron las causas del incidente». Además, señaló que muchos fieles «caminan en dirección contraria» y realizan los rituales «fuera de los horarios establecidos», lo que suele agravar riesgos como los que ayer desembocaron en una tragedia.
Los heridos fueron trasladados a las ciudades de Yeda y Taif para proporcionarles «todos los servicios médicos y asegurarse de que estén cerca de sus familiares», agregó Al Falah, quien señaló que el gobierno saudita trató con «total transparencia las informaciones que ofrece a sus ciudadanos y a todos los países del mundo» y que se anunciará posteriormente la cifra definitiva de víctimas, una vez que la situación sea más estable. Una comisión de investigación estudiará las causas exactas de la tragedia.
Varios países del mundo se solidarizaron con Arabia Saudita. El gobierno argentino expresó sus «profundas condolencias por el trágico accidente que causó centenares de víctimas entre los fieles que participaban de la peregrinación a La Meca» e hizo extensiva «su solidaridad y pesar a todos los gobiernos y a sus pueblos con víctimas en el incidente».
También Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía –un país con un 90% de población musulmana–, envió su solidaridad a las familias de las víctimas. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó su consternación por el «trágico» hecho, mientras que el primer ministro del Reino Unido, David Cameron, dijo que sus «pensamientos y oraciones» estaban junto con los fallecidos. Unos 25 mil británicos viajan todos los años hacia La Meca para ser parte del evento más importante del Islam.
En total, 3 millones de personas participan por estos días de la peregrinación musulmana que comenzó el pasado lunes. A pesar de que el gobierno saudita, señalaron sus voceros, invirtió 10 mil millones de dólares en los últimos años para prevenir y evitar accidentes, el lugar suele ser terreno fértil para las estampidas e incendios (ver aparte). Hace sólo dos semanas, el pasado 11 de septiembre, 107 personas murieron y 170 resultaron heridas tras la caída de una grúa que estaba siendo utilizada en obras de restauración dentro de la Gran Mezquita.
El peregrinaje es uno de los pilares fundamentales de la religión musulmana. Culmina en la Kaaba, una inmensa construcción con forma de cubo que está ubicada justo en el centro de la Gran Mezquita y que representa a la «casa de Dios». Entre sus principales obligaciones, los musulmanes tiene que visitar La Meca al menos una vez en la vida, siempre y cuando se lo permitan sus condiciones económicas y de salud.
La Meca es la principal urbe de la región del Hiyaz y la más importante de todas las ciudades santas del Islam. Allí nació el profeta Mahoma, y por su carácter religioso sólo se permite el ingreso de musulmanes. «
Las medidas de seguridad no resultaron suficientes
Para evitar accidentes en La Meca, el gobierno de Arabia Saudita invirtió unos 10 mil millones de dólares en reformas en los últimos años, así como en un nuevo plan de seguridad. Las inversiones fueron decididas tras la catástrofe de 2006, en la que más de 350 peregrinos perdieron la vida en una avalancha precisamente cerca del lugar del accidente de ayer.
Hasta entonces, los peregrinos podían pasar sin restricciones por lugares estrechos, lo que producía aglomeraciones y tapones a lo largo de la ruta, aumentando el riesgo a una avalancha. El nuevo plan de seguridad, elaborado con ayuda de especialistas de Alemania, prevé la canalización del flujo de peregrinos.
Un sistema a partir de calles de una sola dirección hace que las multitudes se muevan sólo en una dirección en cada vía y, en caso de emergencia, que se puedan dispersar en grandes superficies. Pero esa es sólo la teoría. También el lugar de la lapidación del demonio fue reestructurado por completo, porque allí se formaban grandes tapones y movimientos nerviosos continuamente. Especialmente el puente peatonal se considera un lugar crítico.
Los diseñadores demolieron la construcción antigua y levantaron una nueva, donde los fieles pueden lapidar al demonio ahora desde cinco niveles distintos, por los que pueden pasar cada hora medio millón de personas. Además estaba programado un sistema para evitar avalanchas en los accesos al puente, permitiendo el paso de los miles de grupos visitantes por turnos a una hora determinada durante los cinco días que dura el «hach», la peregrinación al lugar donde nació el profeta Mahoma. Sin embargo, no fue suficiente.
Otros casos
13 de septiembre: el derrumbe de una grúa en la Gran Mezquita provoca 108 muertes.
Enero de 2006: mueren 364 peregrinos en una avalancha.
Febrero de 2004: 251 peregrinos murieron aplastados en el ritual de apedreamiento en Mina.
Abril de 1997: un gran incendio en Mina causa 343 muertes.
Mayo de 1994: una avalancha terminó con la vida de 270 peregrinos en Mina.
Julio de 1990: una falla en el sistema de ventilación de un túnel de Mina ocasionó una estampida, dejando 1426 peregrinos muertos.
Fuente: Tiempo Argentino
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