EL ACUERDO CON ARGENTINA PARA EL MONITOREO DE LA PLANTA UPM FUE UN ASPECTO POSITIVO DE LA GESTION
Hoy José Mujica cumple un año en el poder en Uruguay. Su principal logro lo cosechó en política exterior a través del diálogo con el gobierno de Cristina Fernández. Pero habrá más plantas de celulosa en su país.
El principal logro en el primer año de José «Pepe» Mujica en la presidencia de Uruguay se expresó en política exterior. Después de siete años de desencuentro, el segundo gobierno del centroizquierda alcanzó un acuerdo con Argentina en relación a la planta de celulosa UPM (ex Botnia). Sin embargo, las papeleras llegaron para quedarse: el gobernante Frente Amplio incentiva la instalación de nuevas pasteras.
El año pasado el gobierno de Mujica autorizó a la empresa forestal Montes del Plata –integrada por la sueco-finlandesa Stora Enso y la chilena Arauco– a que construya una planta de celulosa en el departamento de Colonia, frente a las costas del Río de la Plata, con una inversión cercana a los 2000 millones de dólares.
El Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente concedió el permiso luego de estudiar las condiciones técnicas de la planta. El titular de ese ministerio, Jorge Patrone, explicó las razones por las que es tan importante para el gobierno de Mujica esta megainversión, así como lo fue en su momento Botnia para el oncólogo Tabaré Vázquez. «Es importante porque en 1987 Uruguay aprobó una ley forestal y es lógico que en un plan de desarrollo se pase a una etapa en la que se incorpore valor agregado nacional. Además, calculamos que generará puestos de trabajo directos e indirectos» dijo a Página/12.
Se le recordó que es básicamente en el período de instalación de la pastera cuando se genera más empleo, pero después aumenta la desocupación, como sucedió en Fray Bentos (Río Negro). El ministro Patrone respondió: «Nosotros incluimos planes de mitigación y de desmovilización, tratando de que para las personas que se trasladaron haya continuidad laboral, por ejemplo, con acuerdos con otras industrias».
El monitoreo del impacto ambiental se hará de la misma forma que se viene efectuando actualmente en UPM, ex Botnia, ubicada a orillas del río Uruguay, en el departamento de Río Negro. Está previsto en el acuerdo político y científico que suscribieron Argentina y Uruguay en mayo del año pasado. Al parecer existe un trabajo anterior. «El monitoreo es previo a la instalación de la planta. Es este período se hacen estudios del agua, de la tierra, del aire. Además de atenernos a los estándares internacionales, nosotros comparamos la situación previa. Forma parte de nuestros planes de acción», dijo el ministro Patrone. Argentina ya dijo que «no tiene reparos» porque el proyecto respeta el estatuto del Río de la Plata.
Los que siguen teniendo reparos son los asambleístas de Gualeguaychú. La asamblea le reiteró ayer el pedido de audiencia al presidente uruguayo. «Mujica cumplirá mañana (por hoy) su primer año de gobierno y todavía no nos ha recibido para dialogar sobre la pastera UPM», dijo el asambleísta Gustavo Rivollier.
Y es que la planta de celulosa de Montes del Plata, cuyo inicio de operaciones está previsto para 2013, será la segunda en importancia después de Botnia. Una tercera funciona en el departamento de Juan Lacaze: Fábrica Nacional de Papel (Fanapel). Podría haber más. «Una planta más, grande o mediana, es esperable», dijo Patrone a este diario.
El acuerdo con Argentina es uno de los puntos positivos del año de gestión del ex guerrillero tupamaro, según los analistas uruguayos. El sociólogo Eduardo Bottinelli, director de la consultora Factum, destacó que el levantamiento del bloqueo del puente fronterizo puso fin a un largo diferendo con Argentina. Para el politólogo Adolfo Garcé, la imagen de Mujica se vio «catapultada» con la solución de esa grave crisis diplomática, «algo que parecía imposible».
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