El buitre Elliott admite que «perdió» con la emisión del Bonar 2024. Jay Newman aseguró que «no estamos ningún paso más cerca» de cobrar. Además, afirmó que están dispuestos a no cobrar un dólar al momento de la firma de un acuerdo y que piensan en una solución para todos los holdout.
Puede que les cueste reconocerlo, pero el objetivo central del fallo del juez Thomas Griesa que beneficia a los fondos buitre Elliott Management, que dirige el magnate Paul Singer, y Aurelius Capital Management era aislar a la Argentina de los mercados financieros.
Esa meta se perdió luego de las emisiones de Bonar 2024 y de la Obligación Negociable YPF. Esta realidad toma más calibre cuando quien lo asegura es uno de los directores de Elliott, Jay Newman. En una entrevista con Bloomberg TV reconoció que «con la suscripción de los títulos los holdouts perdimos», y no descartó que un candidato fiel al gobierno gane las elecciones presidenciales octubre.
Según explicó Newman, «fue una pérdida para nosotros porque no estamos ningún paso más cerca de llegar a una negociación». Cuando fue consultado sobre qué tipo de ventaja habían perdido los fondos buitre de cara a un acuerdo, evitó sonar derrotista y opinó que «cada vez que la Argentina tiene un hueco legal para explotar, les da lo que llamo falso sentido de optimismo respecto de las perspectivas de que pueden evitar para siempre lidiar con los acreedores.
Esto es completamente irreal.» Newman advierte, así, contra un «exceso de optimismo» en la Argentina ya que dado que el país tiene la opción de acudir al mercado de capitales, puede evitar llegar a un acuerdo con los fondos buitre, lo que pone a los holdouts en una posición más débil.
En junio de 2014, con la cláusula RUFO vigente y la amenaza del aislamiento financiero, los fondos buitre podían exigir el pago del 100% (capital, intereses y punitorios) en efectivo y en un pago.
Luego, ofrecieron un pago con parte en dólares y parte en bonos a largo plazo. Pero ahora, que la Argentina demostró estar conectada a los mercados financieros, la guerra de desgaste cambió.
«Nosotros instruimos al mediador Daniel Pollack para que hablara con los abogados de Argentina, diciendo que nos sentaríamos sin condiciones previas y que la estructura que nosotros pensamos no necesita ningún pago adelantado en efectivo», señaló Newman. De esta manera, aceptarán que el gobierno nacional no deposite un solo dólar en el momento del acuerdo.
Newman también dejó claro que los fondos buitre están dispuestos a aceptar uno de los principios esgrimidos por el Ministerio de Economía, el de negociar con todos los holdouts, y no sólo con los buitres. «Los dueños del 98% de los bonos en default que litigan entran en un pequeño cuarto. Es un grupo chico y muy cohesionado. Pensamos en una solución con todos los me too porque también somos me too», explicó Newman.
No obstante, el representante del fondo buitre evitó hablar de quitas a los más de U$S 1600 millones de deuda que le otorgó el fallo de Griesa. Según Axel Kicillof, en las rondas de negociaciones, Elliott sólo había aceptado un 15% de descuento, cuando el fondo había comprado los bonos en default en 2008 con una rebaja del 90% y los bonistas del canje aceptaron cobrar el 35% del valor nominal de sus bonos.
Según los fondos buitre, los resultados del Bonar 2024 no fueron sólo malos para Elliott. Newman especificó que esta transacción es lo opuesto a una win-win (donde todos ganan). «Fue una pérdida para la Argentina porque tuvo que emitir deuda al 9% cuando sus vecinos la emiten al 5%, lo que les costará cientos de millones de dólares por ese bono. Todo este problema se está incrementando. Los pagos de interés en los bonos defaulteados (los de los holdouts y los del canje) se siguen acumulando.»
Al mismo tiempo, atacó a los bancos que, según los buitres, colaboraron con la Argentina para colocar los títulos del Bonar 2024 en el exterior.
«Fue una pérdida para el Deutsche Bank, que es una institución que intenta sacarse de encima las malas operaciones y sin embargo está colaborando en una transacción que es secreta y clandestina, de la que ningún otro banco quiere ser parte, y que el juez Thomas Griesa y nosotros, los acreedores, queremos saber de qué se trata», sentenció Newman, en lo que más que un hecho fáctico (el banco no tuvo problemas en la supuesta operatoria) resulta una amenaza hacia quienes ayuden a la Argentina durante las emisiones de títulos en dólares, aunque sean bajo Ley Argentina.
Para los fondos buitre, el último as en la manga que poseen es la sentencia del juez Griesa. «El fallo, que pasó la Corte de Distrito, la Cámara de Apelaciones y la Corte Suprema es una medida que asegura que ellos no puedan pagar a otros bonistas a menos que se les pague a los que se mantuvieron en default. Yo creo que el juez se va a mostrar muy interesado en defender su fallo», explicó Newman, confiado de que para tal objetivo bloquearía todo intento de pago o de emisión de deuda.
Por lo tanto, el representante de los buitres afirmó que «presentamos el caso de la emisión del Bonar 2024 al juez Griesa, que estuvo extremadamente interesado en saber lo que estaba pasando. Por eso nos garantizó un Discovery de Argentina y del Deutsche Bank, que está en proceso, y lo que puedo contar ahora es que es muy interesante.»
Elliott Management, por lo tanto, busca que operaciones como la realizada por la Argentina sean consideradas ilegales por el juez neoyorquino, intentando arrinconar así a la República Argentina.
Newman también fue consultado por el optimismo del mercado, reflejado en las cotizaciones sobre la par (por encima del valor original) de los bonos. Sostuvo que «entre junio y julio de 2014 decían ‘Argentina nunca irá al default, llegarán a un acuerdo’, y al final eligieron defaultear. En diciembre creyeron que iban a arreglar cuando venciera la RUFO, pero estamos al segundo trimestre y no lo han hecho. Ahora piensan que el futuro gobierno va a arreglar, pero Kicillof dijo que ‘no pateamos problemas porque el futuro gobierno seremos nosotros’.» Newman sufre con la posibilidad de que ninguno de los candidatos opositores triunfe en octubre.
Suba de reservas
En las últimas dos semanas las reservas internacionales del Banco Central pasaron de U$S 31.419 millones a U$S 33.901 millones, con un incremento de U$S 2482 millones, un 7,9 por ciento. Esto se debió a la gran aceptación de las licitaciones del Bonar 2024 y del Bono YPF.
En el caso del Bonar 2024, el Ministerio de Economía, había lanzado un aviso de suscripción por U$S 500 millones, pero finalmente terminó tomando deuda por U$S 1416 millones, con una oferta insatisfecha de los inversores por otros U$S 400 millones más, por lo que los deseos de invertir en la Argentina superaron toda expectativa y necesidad de divisas del gobierno.
Por otro lado, el bono de YPF estaba estipulado por un total de U$S 500 millones, pero de igual manera llegó a una suscripción de U$S 1500 millones. Según fuentes de YPF, esto alcanza para cumplir con todos los requerimientos de inversión de la empresa para 2015. Además, estos dos títulos sumaron a las reservas U$S 3000 millones, de los cuales una parte se utilizó para los pagos de importaciones de energía y del sector industrial.
Fuente: Tiempo Argentino
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