Un reconocido miembro del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) de Honduras, de origen indio, fue asesinado el miércoles a tiros por un supuesto sicario, hecho que fue calificado como un «crimen político» por el ex presidente Manuel Zelaya.
Emmo Sadloo, más conocido como «Emo», era un cercano colaborador del ex presidente Zelaya derrocado por un golpe de estado cívico militar el 28 de junio de 2009, y se distinguía siempre por gritar: «El pueblo unido, jamás será vencido» en todas las manifestaciones y reuniones del FNRP.
Emo fue amenazado en varias ocasiones por el régimen de facto que encabezó Roberto Micheletti con suspenderle la nacionalidad hondureña y deportarlo a la India por participar en las manifestaciones de la resistencia contra el golpe de Estado, según despacho de Ansa.
La víctima tenía un negocio de venta de llantas usadas para vehículos, lugar donde recibió seis balazos disparados por una persona desconocida que llegó en una motocicleta, y fue llevado de emergencia al Hospital Escuela pero los médicos no pudieron salvarle la vida, según sus familiares.
La esposa del ex presidente Zelaya, Xiomara Castro, dijo que Emo era un «símbolo», un «valuarte» de la Resistencia, «fue una persona que acompañó a Mel (Manuel) en todas sus giras y estuvo permanentemente al lado de Mel, así que esto no es un crimen común, es un crimen político y una persecución contra del Frente de la Resistencia».
Zelaya, en declaraciones a la Radio Globo desde su natal departamento de Olancho, este de Honduras, dijo que anoche regresaba a Tegucigalpa para sostener una reunión de urgencia con los coordinadores del FNRP para decidir las acciones de protestas y acompañar a los familiares en el sepelio de Emo.
«Nosotros repudiamos en una forma muy enérgica y con mucha indignación este crimen, yo creo que ante este tipo de golpe bajos que se le están dando a la gente de la Resistencia no podemos más que pronunciarnos y hacer actividades para demandar al Estado el esclarecimiento y detener esta avalancha criminal», expresó.
El ex gobernante recordó que Emo lo acompañó permanentemente cuando estuvo refugiado casi cuatro meses en la embajada de Brasil al regresar de su exilio en forma clandestina el 21 de septiembre de 2009.
«Allí tuve la oportunidad de conocer bien a Emo, era una persona noble, abnegada y sumamente valiente, y era más hondureño que muchos hondureños», agregó.
Zelaya presume que el asesinato de Emo fue por encargo, «es un sicario que le pagó alguien y llegó expresamente a matarlo, y es un atentado contra nosotros en forma directa. Nos sentimos agredidos con este crimen contra Emo, nuestro gran amigo que ha dejado de existir, pero que lo vamos a llorar siempre».
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