El economista debe formar un gobierno de emergencia que reimpulse a la nación.
ROMA.- El presidente de Italia, Giorgio Napolitano, eligió ayer al economista Mario Monti para reemplazar a Silvio Berlusconi como primer ministro tras la renuncia del sábado, y para encarar la difícil tarea de formar un nuevo gobierno que ataje la crisis que dejó a Italia al borde de la quiebra. La designación del economista Monti, de 68 años, fue decidida tras una jornada de reuniones con los líderes políticos de todos los partidos para la gestación de un nuevo gobierno de emergencia que cuente con el consenso de la mayoría las fuerzas políticas, y ahora deberá ser ratificado con un voto de confianza del Parlamento.
Con Monti, que fue durante 10 años comisario europeo, Italia buscará poner fin a la fase de inestabilidad financiera y aliviar el acoso de los mercados que la semana pasada dejaron al país al borde de la quiebra. El economista, conocido por su rigor y pragmatismo, deberá completar en pocos días la lista de ministros, según se presume de impronta tecnócrata, para obtener el apoyo parlamentario e impulsar las medidas acordadas con la Unión Europea (UE) para recortar la colosal deuda pública y relanzar una economía estancada de forma crónica.
La designación de Monti llegó un día después de la dimisión de Berlusconi, quien el sábado tras una larga jornada presentó su renuncia formal ante Napolitano, mientras en las calles miles de italianos festejaban la partida del «Cavaliere». Ese día la Cámara de Diputados había aprobado el paquete de ajustes negociado entre la UE y el renunciante Berlusconi, lo que allanó el camino al Presidente para que encargue a Monti la formación de la nueva administración.
De esta manera y en medio de la crisis económica más aguda de Italia en los últimos años, Berlus-coni, símbolo de ese país en los albores del siglo XXI, entregó oficialmente la jefatura del gobierno. Mientras tanto, en las calles miles de manifestantes portaban carteles con la leyenda «Al Fin», a la vez que los gritos de «Renuncia», «Vete ladrón», «Payaso» y «Todos a la cárcel», fueron la banda de sonido de la muchedumbre que se concentró frente al Parlamento. La renuncia del polémico jefe de gobierno que influyó en los destinos de Italia durante 17 años había sido anunciada el martes, tras recibir el voto crítico del Parlamento. Ya el viernes, el Senado dio su aprobación al paquete de ajustes y el sábado Diputados hizo lo propio. Un total de 380 de los 630 diputados dieron luz verde a las medidas de ajuste y 26 votaron en contra, mientras que se registraron dos abstenciones.
Con la llegada de Monti consumada, el principal socio del actual gobierno de coalición italiano, la Liga Norte, advirtió ayer que el Ejecutivo de emergencia podría tener «muchos problemas» para sacar adelante las reformas económicas debido a la heterogeneidad de las fuerzas políticas que lo apoyan. El actual ministro del Interior y destacado elemento de la Liga Norte, Roberto Maroni, recordó que su partido se opuso a la formación de un gobierno tecnocrático presidido por Monti, y anticipó: «las decisiones que tome Monti deben pasar por el Parlamento y creo que, con una mayoría tan heterogénea como ésta, va a tener muchos problemas».
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