El papa Benedicto XVI pidió a los responsables políticos apoyo para los cristianos de Oriente Medio, y recordó a los damnificados de los desastres naturales que azotaron varios países de América Latina, este sábado en su tradicional mensaje de Navidad.
En su mensaje, pronunciado desde el balcón de la basílica de San Pedro en Roma y delante de miles de fieles, el Papa hizo un llamado para que los responsables políticos de todo el mundo muestren «solidaridad activa» con las «queridas comunidades cristianas en Irak y en todo el Medio Oriente».
En la homilía, que precede a la bendición «Urbi et Orbi» (a la ciudad y el mundo) y en la que habitualmente se refiere a los diferentes conflictos mundiales, Benedicto XVI deseó «sosiego y esperanza para el futuro» a los cristianos que soportan «dolor» y «dificultades», y resaltó la importancia de garantizar el respeto de la libertad de religión.
«Que el amor del Dios con nosotros otorgue perseverancia a todas las comunidades cristianas que sufren discriminación y persecución, e inspire a los líderes políticos y religiosos a comprometerse por el pleno respeto de la libertad religiosa de todos», señaló.
La situación de los cristianos en Irak preocupa especialmente al Papa, ya que miles de fieles han huido del país desde el ataque, reivindicado por Al Qaeda, contra una iglesia siriaca católica en Bagdad el 31 de octubre, que costó la vida a 44 fieles y a dos sacerdotes.
Actualmente viven en Irak medio millón de cristianos, frente a los entre 800.000 y 1,2 millones que había en 2003.
El sumo pontífice también hizo un llamado a israelíes y palestinos para que puedan vivir en «convivencia justa y pacífica».
«Que la luz de Navidad resplandezca de nuevo en aquella tierra donde Jesús ha nacido e inspire a israelíes y palestinos a buscar una convivencia justa y pacífica», señaló.
Las negociaciones entre ambas partes están bloqueadas tras el reciente fracaso de Estados Unidos al intentar obtener de Israel una detención de la colonización judía en la Cisjordania ocupada.
El Sumo Pontífice también dedicó parte de su mensaje, retransmitido por las cadenas de televisión del mundo entero, a pedir ayuda para los damnificados de las diferentes catástrofes naturales que han azotado a varios países latinoamericanos este año, desde el terremoto de enero en Haití y el reciente brote de cólera hasta las últimas inundaciones en Colombia y Venezuela.
«Que tampoco se olvide a los que en Colombia y en Venezuela, como también en Guatemala y Costa Rica, han sido afectados por recientes calamidades naturales», declaró.
Las inundaciones y los desprendimientos de terreno provocados por las intensas lluvias han dejado al menos 120.000 damnificados en Venezuela y alrededor de 1,9 millones en Colombia.
El jefe de la Iglesia Católica pidió por que se «abran perspectivas de paz duradera y de auténtico progreso» en Somalia, Sudán y Costa de Marfil, país donde dos presidentes proclamados, Laurent Gbagbo y Alassane Ouattara, se disputan el poder, así como «seguridad y respeto de los derechos humanos» en Afganistán y Pakistán, y «la reconciliación en la península coreana».
Igualmente abogó por el «diálogo entre Nicaragua y Costa Rica», enzarzadas en un conflicto territorial.
Por otro lado, el obispo de Roma pidió que «la celebración del nacimiento del Redentor refuerce el espíritu de fe, paciencia y fortaleza en los fieles de la Iglesia en la China continental, para que no se desanimen por las limitaciones a su libertad de religión y conciencia».
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