Varios perros callejeros que fueron alimentados por una mujer que falleció lograron encontrar la sala velatoria y asistir al último adiós de Margarita Suárez, la mujer que se apiadó de ellos.
Suárez era una conocida vecina de Mérida, México, por el cuidado que daba a animales sin hogar.
Aunque los trabajadores de la funeraria quisieron desmentir la presencia de animales, prohibida en esos locales, las fotos que sacó la familia lo dicen todo.
Los familiares aseguraron que los perros siguieron a Margarita incluso en la caravana, hasta la sala donde harían los preparativos para su incineración.
«Mi mamá vivía conmigo en Mérida, Yucatán, pero se vino a Cuernavaca, a casa de mi hermana para restablecerse de salud pero desgraciadamente fue imposible y en menos de diez días nos dejó», relató Patricia Urrutia según informa Norte Digital, medio que entrevistó a la hija.
«Cada vez que veía a un perro en la calle significaba regresar a casa para darle de comer», recordó Urrutia.
Cuando el féretro llegó a la capilla el cuñado de Patricia preguntó si los perros eran de ahí, pero le respondieron que nunca los habían visto. Cuando llegaron a la funeraria, los canes se sentaron en la sala y se quedaron ahí hasta la mañana siguiente, cuando se fueron todos.
«Veinte minutos antes de que la lleváramos a cremar, se fueron como llegaron, como una fiesta. En medio del dolor, ellos brincaban de alegría, fue algo maravilloso», explicó Urrutia.
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