Los investigadores argentinos del tráfico de 944 kg de cocaína a España en un jet de lujo están preocupados y extrañados. Pasaron dos meses desde el primer requerimiento de colaboración y aún no reciben información oficial desde el juzgado de Barcelona que podría ser clave para avanzar en la parte local de la pesquisa
Para tratar de agilizar el trámite, por medio de la Cancillería argentina, el juez en lo penal económico Alejandro Catania, que investiga dónde se cargaron los 944,5 kg de cocaína, pidió explicaciones a su par catalán sobre la demora en la entrega de información relevante de la causa.
Por medio de la Cancillería, entre enero y febrero pasados Catania había enviado dos exhortos a España para pedir datos sobre la investigación que comenzó el 2 de enero, cuando fueron detenidos en el aeropuerto de El Prat, en Barcelona, el piloto Matías Miret y los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá.
En el primero de los exhortos, Catania y su secretario, Martín Castellano, habían solicitado fotocopias de la causa tramitada en los tribunales españoles, las declaraciones indagatorias de Miret y los hermanos Juliá y la información obtenida de la computadora del Bombardier Challenger 604.
Pero no hubo respuesta. Entonces, por medio de la Cancillería, Catania y Castellano mandaron otro exhorto en el que reiteraron el pedido y, además, agregaron una serie de cuestionamientos como, por ejemplo, si existía una investigación previa sobre los Juliá o si el descubrimiento de los 944 kg de cocaína estibados en el avión se produjo en un control de rutina.
Catania y Castellano pidieron que «en el término de 24 horas Cancillería requiera a las autoridades españolas correspondientes explicaciones suficientes para informar al tribunal de manera precisa y circunstanciada sobre los motivos por los cuales a la fecha no se ha recibido respuesta alguna por parte del juzgado de primera instancia e instrucción N° 2 de Barcelona respecto de las rogatorias internacionales cursadas con fechas 10 de enero y 7 de febrero».
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