Financiamiento para Rojo Fiscal de Diciembre… Los 7.600 millones de euros de demanda que registró la colocación del primer bono en moneda europea en más de 15 años ratificó que el apetito por activos argentinos sigue intacto.
Ése fue el motivo que llevó a la Secretaría de Finanzas a salir dos veces más al mercado tras el acuerdo con los holdouts, pese a que se había señalado que no habría nuevas colocaciones de deuda en 2016. Pero este apetito abre las puertas a alguna emisión adicional antes de fin de año, teniendo en cuenta las fuertes necesidades de financiamiento típicas de esa fecha.
El pago del medio aguinaldo a estatales y jubilados, sumado a un eventual bono para el sector público y la exención de Ganancias para el medio aguinaldo representan una carga pesada para el Tesoro. Y está claro que los recursos no están, pero además que tampoco el Banco Central tendrá margen para seguir financiando al sector público. En ese contexto, luce casi obligada la búsqueda de financiamiento. Además de las profusas emisiones que se están realizando en el mercado local, recientemente un título en pesos a tasa fija a cinco años, también habría nuevas colocaciones internacionales que servirían incluso como «colchón» para el primer trimestre de 2017.
La firme demanda que existe de activos argentinos se manifiesta en los rendimientos de la deuda, como lo demuestra la continua caída del riesgo-país. La compresión continúa especialmente en tramo medio de la curva. El Bonar 24 cotizó ayer a u$s120 y está a punto de perforar niveles de 5% anual. Y los bonos más cortos ya rinden por debajo del 3%, valores totalmente inéditos para la deuda argentina. Los papeles más largos, en cambio, están algo más estables. El Bonar 2046, cuya «ficha» mínima es de 150.000 dólares, se estabilizó en la zona de u$s112 tras haber tocado 118 hace menos de un mes y rinde algo más de 6,5% anual en dólares. Aún con valores más bajos que hace dos o tres meses, estas tasas siguen siendo más atractivas que las que pagan la mayoría de los bonos incluso de Latinoamérica y casi todo el mundo emergente.
Pero esta reducción de «spreads» también llegó a la deuda provincial y corporativa. Está claro que los inversores distinguen poco entre los distintos riesgos. En lo que respecta a bonos de las provincias, el que ofrece más rendimiento es el Chaco 2024, que cotiza con una tasa del 9,3%, levemente menor a la colocación inicial de hace un mes. En el caso de la Ciudad de Buenos Aires, el más atractivo es el 2027, con un 6,2% anual, es decir levemente por encima de lo que pagan los bonos soberanos. Y en el caso de la provincia de Buenos Aires, el 2024 presenta un rendimiento de 6,7%, todavía bastante más de lo que paga un bono emitido por el gobierno nacional.
En las últimas semanas también se encarecieron los bonos emitidos por las empresas, muy buscados por los inversores extranjeros ya que hay mucha menos oferta. Una de las «perlitas» es el bono de Arcor al 2023, que rinde apenas 4,85%. Estas tasas muestran la baja del costo del capital que pueden aprovechar las empresas que tengan proyectos de inversión.
La deuda de YPF también está cotizando firme. Un bono de la petrolera estatal al 2024 presenta una tasa de 6,6% cuando venía de niveles del 8%. Este escenario luce propicio para muchas colocaciones por parte del sector privado que se producirían en 2017. Hay pocas operaciones previstas, de hecho, hasta fin de año luego de un primer semestre más movido.
Este escenario consolida la posibilidad de efectuar nuevas emisiones en los mercados antes de fin de año, aunque no habrá que relajarse: en el medio hay elecciones en Estados Unidos e incluso la Reserva Federal podría optar por subir las tasas de interés, aunque sea un cuarto de punto. Estos eventos podrían generar volatilidad y complicar estos planes que ahora -luego de la emisión en euros- lucen más que factibles.
Ag. de Noticias: ámbito.com
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