Unos 70 argentinos varados no tienen cómo salir de Potosí, en Bolivia, que está tomada desde hace 11 días por las fuerzas vivas. Ayer, una marcha de 100 mil personas, en una ciudad de 170 mil habitantes, puso en evidencia la intensidad de este conflicto.
Mientras tanto, los turistas argentinos, entre los que hay cuatro familias cordobesas, hace casi una semana que no pueden salir de la ciudad, ubicada en el sudoeste del país vecino. Los cortes cerraron las cuatro rutas de acceso a Potosí, pero también se distribuyen por todas las calles.
“La situación no es buena y se ha agravado. La manifestación de ayer fue muy grande y potenció el conflicto”, aseguró Jorge Lawson, ministro de Comunicación de la Provincia, quien está en contacto directo con los cordobeses afectados.
“La gente está emocionalmente mal. Hay gente enferma. No ven soluciones razonables en el corto plazo”, agregó.
El funcionario entiende que se necesitan accionar resortes diplomáticos para resolver la situación. “Estamos trabajando en eso junto con Cancillería”, indicó.
Ayer se barajaba la posibilidad de utilizar un avión para traer de vuelta a los argentinos. “El aeropuerto está cerrado y está frente a un lugar de bloqueos realizado por mineros”, comentó Juan José Toro, director del diario El Potosí.
Según lo que le comentaron los cordobeses varados a Lawson, tratar de volver en avión sería una aventura, porque habría que sortear varios piquetes antes de llegar al aeropuerto, el cual no está funcionado. Los huelguistas incluso podrían impedir la salida del avión.
Sin embargo, al cierre de esta edición, desde Cancillería no descartaban esta idea, aunque reconocieron que habría dificultades para poder llevar el contingente entero hasta el aeropuerto. “Al propio cónsul le está costando llegar hasta a la gente”, indicaron.
“El movimiento es tan gran que ya nadie lo puede controlar. Los principales dirigentes de Comité Cívico Potosinista (Comcipo) están en La Paz a la espera de reunirse con el presidente y desde allá no pueden controlar lo que están ocurriendo en la ciudad”, comentó Toro.
El periodista aseguró que hay escasez alimentos porque los mercados están cerrados y no se pueden reabastecer. “Ni el hospital tiene comida para los pacientes”, ejemplificó.
El contingente nacional estuvo a punto de poder salir el miércoles a la noche cuando logró sortear siete cortes, pero el octavo le impidió el paso. “Ayer sentí que estábamos camino a la libertad. Volver fue muy difícil. Hicimos el camino con una de mis hijas con 39° grados de fiebre y la otra llorando todo el camino”, comentó Sandra Rinaldi, una de las cordobesas varadas.
Y agregó: “Estamos desesperanzados, con una incertidumbre brutal. No sabemos qué va a pasar”, dijo la mujer.
“Si el presidente Evo Morales se reuniera con los dirigentes, el conflicto se relajaría”, comentó Toro. Cinco años atrás, el presidente recibió a los dirigentes potosinos en Sucre luego de 19 días de huelga general.
La familia de Sandra y otros cordobeses están alojados en la casa de Juan Pablo Murillo, un fabricante de cerveza de Potosí. “Nos hemos conocido a través de un primo que vive en Córdoba y decidimos darle cobijo en nuestra casa”, comentó Murillo, quien coincide en que la única solución es que el presidente Morales se reúna con los dirigentes del Comcipo.
¿Se reunirá Evo?
La única salida al conflicto es que el presidente Evo Morales se reúna con dirigentes de Potosí. Al parecer, el presidente estaría dispuesto a reunirse, pero no en La Paz, donde quieren los potosinistas. La alternativa es que los reciba el vice, Álvaro García Linera.
Fuente: La Voz
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