El presidente sirio Bashar al Assad tomó algunos pasos para mitigar la oposición popular a sus once años de gobierno. El mandatario prometió investigar las muertes de manifestantes y analizar si levanta la ley de emergencia que rige hace casi cinco décadas.
De acuerdo con la Agencia Arabe Siria de Noticias se creó una comisión para estudiar la modificación del estado de emergencia, vigente desde 1963. La comisión de juristas deberá presentar su informe antes del 25 de abril. La misma fuente confirmó que el mandatario dio orden de que se creara un equipo que investigue las muertes de manifestantes en Deraa y Latakia. «Dicha comisión tiene el derecho de solicitar cualquier información o documentos a cualquier parte», dice un cable de la agencia oficial. La movida llega un día después de que Al Assad destruyera las esperanzas de reformas que mantenía la población. Anteayer, el gobernante dio un discurso desafiante, en el que responsabilizó a supuestos «conspiradores» extranjeros por las recientes protestas, una acusación que desató el temor por una posible confrontación entre el gobierno y la sociedad siria. Las últimas palabras de Al Assad parecían estar destinadas para ganar tiempo y no pretendían convencer a los manifestantes pro democracia de que el presidente está ahora más comprometido a realizar cambios políticos en el país, que es uno de los más autocráticos de la región. Los manifestantes se están preparando para realizar movilizaciones hoy, en el llamado Día de los Mártires. Pretende ser una demostración de la rabia popular y algunos temen que pueda terminar con una brutal represión por parte del régimen.
Desde que hace dos semanas comenzaran las protestas en Siria, los organismos de derechos humanos estiman que unas 60 personas fueron asesinadas. La mayoría de las muertes se dio en la ciudad de Deraa y el puerto de Latakia. Los dos lugares se convirtieron en el epicentro de las protestas. Los activistas opositores dicen que la cifra de muertes se eleva hasta 200. Mientras Assad reconoció su demora a la hora de comenzar con las reformas, también dejó en claro que no permitirá que el movimiento democrático que se está extendiendo por el Medio Oriente sea el que marque el paso.
Q De The Independent de Gran Bretaña.
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