«Siempre he estado listo para luchar, pero ahora he llegado al límite de mis fuerzas». Con estas palabras, el ministro de Defensa alemán, Karl Theodor zu Guttenberg, 39 años, dimitió ayer de su cargo, tras ser acusado de plagiar su tesis doctoral. Zu Guttenberg había recibido enormes presiones para que fuera fiel a su compromiso con los electores y a la seriedad y confianza que siempre dijo defender. Su abandono supone un duro golpe para el Ejecutivo de Angela Merkel.
La presión comenzó cuando el diario Süddeutsche Zeitung publicó pruebas de que había plagiado parte del trabajo de su tesis doctoral en Derecho.
El ministro compareció ayer por la mañana, visiblemente afectado, frente a las cámaras en la sede de Defensa y leyó una carta de renuncia. A diferencia de lo que acostumbra cuando habla en público, no despegó la mirada de sus papeles. Leyó con voz rota y, tras pronunciar la ultima palabra, se dirigió rápidamente a las escaleras.
La canciller reaccionó con sorpresa y dolor a la dimisión de su ministro estrella: «Lamento muchísimo su decisión, pero entiendo sus razones», declaró Merkel, quien no excluyó la posibilidad de volver a colaborar con Zu Guttenberg en el futuro. «Es un hombre con unas dotes políticas extraordinarias», afirmó Merkel. La canciller añadió que «ahora no es el momento de decisiones» sobre la sucesión al frente de la cartera de Defensa. Explicó que discutirá el asunto con sus socios de la Unión Socialcristiana de Baviera.
Zu Guttenberg era hasta hace dos semanas el político alemán más valorado, con un apoyo del 70%. Joven, mediático, exitoso y dedicado a la familia, tenía, según muchos, todas las cartas para construirse un camino cómodo hacia la cancillería. Su renuncia al título de doctor, poco después de ser acusado de plagio, sonó enseguida como una admisión de culpa y el principio del final de este capítulo de su carrera. Según denunciaron los medios alemanes, el ministro copió sin citar las fuentes el 20% de las 475 páginas de su tesis.
Zu Guttenberg admitió que sus errores estaban perjudicando el Ministerio: «La enorme atención de los medios gravita ahora solo alrededor de mi persona y mi tesis doctoral», dijo. «Los acontecimientos dramáticos en Afganistán y la muerte de los tres soldados alemanes han terminado en el trasfondo. (…) Es un error dramático». «Es el momento más doloroso de mi vida», concluyó el exministro.
Su renuncia supone otro golpe de imagen para la coalición de Gobierno, que acaba de recibir un significativo revés electoral en las elecciones locales de la ciudad de Hamburgo.
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