La Justicia rusa rebajó este miércoles de piratería a vandalismo la acusación contra los tripulantes del rompehielos de Greenpeace «Arctic Sunrise», detenidos por protestar contra la explotación del Ártico ruso.
El Tribunal Arbitral de Murmansk, en Rusia, rebajó ayer las acusaciones de “piratería” a “vandalismo” contra 30 activistas de Greenpeace que participaron en el escalamiento de una plataforma petrolera en el Ártico, lo que puede habilitarles la libertad bajo fianza. Así lo informó Margarita Malig, esposa del argentino Hernán Pérez Orsi, uno de los 30 activistas detenidos.
El director ejecutivo de Greenpeace en Argentina, Martín Prieto, consideró que “no hay nada que festejar, nos siguen acusando penalmente de un delito que no cometimos”. Esta nueva imputación está definida en el artículo 213 del código penal ruso como “alteración del orden público que manifiesta una clara falta de respeto a la sociedad”.
El mismo Tribunal ruso rechazó la libertad bajo fianza de Pérez Orsi, en tanto ya había rechazado la de la otra argentina del grupo, Camila Speziale. El 18 de septiembre pasado, 30 activistas de Greenpeace fueron detenidos por los guardacostas rusos, que abordaron el barco de la organización ecologista “Arctic Sunrise”.
Poco antes, dos activistas habían logrado subir a una plataforma petrolera del consorcio ruso Gazprom, para denunciar el daño que supone para el Artico la extracción de crudo. Todos los detenidos fueron acusados entonces de piratería, delito que conlleva hasta 15 años de prisión, mientras que el de vandalismo está penado con 7 años.
Comentar post