SE SUSPENDE AYUDA, SE CONGELAN FONDOS Y CUENTAS, SE PROHIBE COMERCIAR Y VIAJAR
Washington fue más duro, pero dejó afuera al presidente Al Assad. Europa congeló ventas y frenó fondos de ayuda social. La ONU votó una condena de su Consejo de Derechos Humanos y se discute si tomar otras medidas.
La Unión Europea y Estados Unidos decidieron sancionar al gobierno sirio por los violentos ataques a las multitudinarias manifestaciones que desde hace más de un mes reclaman cambios políticos en el país. Ayer, la represión estatal costó cincuenta vidas más, que se suman a los más de 500 muertos desde que comenzaron las protestas. Los 27 miembros de la UE aplicaron un embargo de armas y de materiales que pueden llegar a ser elementos de la represión. Washington, por su parte, sancionó a algunos de los familiares más cercanos del presidente Al Assad y a altos funcionarios del gobierno, a quienes consideró responsables de abusos en materia de derechos humanos en ese país. El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas (ONU), en tanto, condenó el accionar del gobierno sirio mientras que aún no define si enviará una misión de investigación a ese país.
Luego de la meseta en la que había ingresado hasta últimas horas de ayer, los integrantes de la UE acordaron la aplicación de los embargos de inmediato y continuar el debate en torno de otro tipo de medidas con las que forzar un cambio inmediato en las políticas del gobierno sirio. Dentro de las sanciones adicionales que se barajan figura la prohibición de viajar a Europa y el congelamiento de las cuentas bancarias del mandatario, su familia y los ministros del gobierno. «La cuestión es enviar una señal política a Assad para que sepa que el mundo está volviéndose en su contra», apuntó un diplomático del organismo regional.
Mientras el mundo delibera qué decir y hacer respecto de la situación en Siria, los protagonistas de los hechos no se mantienen a la espera y siguen en sus posturas. Miles de sirios volvieron ayer a las calles para continuar alzando los reclamos en pos de cambios políticos. Algunas de esas manifestaciones, que sucedieron en todo el país, se convirtieron en escenario de violencia y muerte. En Deraá, el epicentro del conflicto, fallecieron al menos 32 personas, según el Observatorio de Derechos Humanos sirio, mientras que otras 15 perdieron la vida en Homs, en el centro del país, y uno más en Latakia, en el noroeste. No obstante, las cifras varían y son difíciles de verificar por la censura informativa y las restricciones a los medios de comunicación locales e internacionales impuestos por el gobierno sirio.
En el comunicado en el que expresaron su decisión, los miembros de la UE se comprometieron a revisar «todos los aspectos de su cooperación con las autoridades sirias». La iniciativa integró un documento con propuestas de sanciones que hizo circular la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton. Una fuente del organismo regional aseguró que la Comisión Europea considera posible la suspensión de la ayuda financiera y las inversiones de los principales países de ese continente en Siria. Los fondos a cancelar están canalizados en docenas de proyectos cuyo objetivo es apoyar la transformación de Siria en una economía social de mercado.
Llegar a un acuerdo respecto del accionar en contra de Siria no fue fácil debido a que no había uniformidad entre las posturas de los integrantes de la UE. Un puñado de países, liderados por Austria, había cuestionado la efectividad de las sanciones bajo el argumento de que el paquete de castigos impuesto en febrero al régimen libio no debilitó demasiado a la estructura del coronel Muammar Khadafi. «Nadie está demasiado ilusionado con que las sanciones dañen duro a Siria, pero es el primer paso hacia el aislamiento del régimen», apuntó un diplomático de la comunidad.
En tanto, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmó las sanciones contra familiares del presidente sirio y funcionarios de su gobierno. El gobierno estadounidense congeló los bienes que en ese país tienen los afectados y prohibió los negocios con ellos. La medida no incluye a Al Assad, aunque fuentes de la Casa Blanca indicaron que no se descarta extenderlas si continúa la represión. «Pedimos al gobierno sirio y a quienes lo apoyan que se abstengan de nuevos actos de violencia y otros abusos de los derechos humanos contra ciudadanos sirios que buscan expresar sus aspiraciones políticas», indicó Washington desde un comunicado en el que informó las sanciones.
Pero además de actuar individualmente, Estados Unidos lideró la condena del Consejo de Derechos Humanos de la ONU a la represión siria. Junto con sus aliados europeos, fue el responsable de redactar la iniciativa, que ayer recibió la adhesión de 26 miembros del organismo, como la de algunos países africanos y latinoamericanos. La propuesta contó con la negativa de Rusia, China, Pakistán, Cuba y Ecuador. Varios países árabes miembros del Consejo, como Jordania y Qatar, no asistieron a la audiencia. El texto de condena fue calificado por el embajador sirio ante la ONU, Faysal Khabbaz Hamoui, como «desequilibrado».
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