Ex stripper se hace monja y enseña a bailar a los fieles Anna Nobili tiene 38 años, hacía strep tease pero tomó los hábitos. Igual sigue bailando en las iglesias.
El diario «La Repubblica» de Italia publica la entrevista a sor Anna Nobili, de 38 años, ex bailarina adicta al alcohol y a la noche que un día escuchó el llamado de Dios. «Estaba tirando una vida con el alcohol y el sexo, sin amor verdadero, hasta que a los 25 años visité la ciudad natal de San Francisco, Asís, donde sentí la llamada de Dios», dijo.
«Tenía 25 años y bailaba desde los 18. Después en Asís, delante de la Iglesia de Santa Clara, sorprendida por el cielo, por los colores, por la paz, me puse a bailar entre el estupor de la gente», explicó.
Cuando regresaba en tren a Milán sintió que Dios estaba dentro de ella. «Había renacido, estaba transfigurada». Sor Anna reconoce que es una afortunada ya que, lejos de recriminarle su antigua actividad, el obispo de Palestrina, Domenico Sigalini, le ha encargado enseñar danza sacra contemporánea en el centro pastoral juvenil de la diócesis.
«Un trabajo que desarrollo con pasión y entusiasmo porque puedo llevar a tantos jóvenes, chavales, niños, a una camino de fe y de búsqueda artística en el mundo fascinante de la danza que llevo siempre dentro de mí » , explica.
Con el mismo entusiasmo, sor Anna bailará ante obispos, cardenales y feligreses en la Basílica de la Santa Cruz de Jerusalén donde se celebrará el acto biblio-teológico presidido por el arzobispo Gianfranco Ravasi, considerado el ministro de Cultura de la Santa Sede, que bendecirá la Capilla de la Palabra y presentará el libro » la Biblia de Día y Noche » .
Porque para sor Anna » rezar con el cuerpo » es su objetivo, » entramos así en sintonía con la Palabra de Dios. Justo como enseña San La superior de las Monjas Obreras de la Santa Casa de Jerusalén, sor Paula, confirmó a Efe la historia de sor Anna » aunque los medios de comunicación a veces exageran, pero sí, era una bailarina de discoteca » , y aseguró que la monja danzará en la basílica romana de Santa Cruz de Jerusalén.
«Después de una bella conversión, sor Anna es ahora una monja santa que ama muchísimo al Señor » , dijo.
«Además ha creado una escuela que se llama Holy Dance (Danza Sacra) por la que ayuda a los niños a hacer la catequesis a través de la danza», concluyó.
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