Un avión de la compañía iraní Aseman, que realizaba un vuelo de cabotaje dentro de Irán, se desplomó hoy a 20 minutos del despegue de Teherán y provocó la muerte de sus 66 pasajeros, confirmó la aerolínea.
El departamento de Relaciones Públicas de Aseman precisó a los medios oficiales que los fallecidos son 60 pasajeros, entre ellos un niño, dos pilotos, dos auxiliares de vuelo y dos miembros del personal de seguridad.
El avión, un ATR de veinte años de antigüedad, cubría la ruta interna entre la capital, Teherán, y la ciudad de Yasuy, en el sudoeste del país.
El vocero de Emergencias iraní, Moytaba Jaledí, explicó que el aparato desapareció del radar unos 20 minutos después de haber despegado del aeropuerto de Teherán y se estrelló en una región montañosa, informó la agencia de noticias EFE.
El ATR chocó contra una montaña llamada Dena, de la cordillera Zagros, cerca de la localidad de Samirom, en el sur de la provincia central de Isfahán.
Las autoridades enviaron helicópteros a la zona del accidente debido a que, al tratarse de una región montañosa, es difícil el acceso de ambulancias.
Todo apunta a que el accidente estuvo causado por factores climáticos, en concreto por la niebla y el viento registrados en esa región.
En los últimos años, ocurrieron en Irán varios accidentes aéreos graves, principalmente por el hecho que el país se ve imposibilitado para renovar aviones por las sanciones económicas de la comunidad internacional.
El último accidente aéreo grave tuvo ocurrió en agosto de 2014 en Teherán y fallecieron 40 personas. Tres años antes, otro avión comercial se estrelló durante una tormenta de nieve en el norte de Irán, lo que provocó la muerte de 77 personas.
Télam
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