MIENTRAS EL HIJO SAIF OFRECE REFORMAS, SU PADRE MANDA UN ENVIADO A TURQUIA Y GRECIA. Fuentes diplomáticas afirman que el régimen tuvo contactos informales con los rebeldes. El vicecanciller viajó para discutir un alto el fuego.
Se dice que los representantes de uno de los hijos de Khadafi recalcaron que apoyan las reformas radicales y elecciones democráticas durante contactos informales que mantuvieron con el liderazgo rebelde de Libia para tratar de lograr un pacto que ponga fin al conflicto. El vicecanciller de Khadafi, Abdelati Obeidi, está de gira por Grecia, Turquía y Malta para mantener discusiones sobre un posible cese del fuego.
Fuentes diplomáticas dijeron que los partidarios que actúan como intermediarios de Saif al-Islam Khadafi subrayaron sus pasados vínculos con los más altos miembros de la administración provisional en Benghazi para mostrar su compromiso ante un posible acuerdo. The Independent reveló la semana pasada que Saif proponía un pacto que limitaría el rol de su padre e incluiría figuras de la oposición en un gobierno provisional. Las elecciones tendrían lugar en un futuro cercano y se instalaría un «proceso de reconciliación» en un intento de curar las amargas heridas entre el régimen y sus opositores.
Los primeros acercamientos estuvieron en manos de los libios que viven en el exterior, que dicen querer que termine un conflicto que se cobró la vida de miles de compatriotas. Aquellos que intentan presentar el caso de Saif señalan su relación de trabajo en el pasado con Mustafá Mohammed Abdul Jalil, el jefe del Consejo Nacional de Transición de los rebeldes, y Ali Issawi, su representante de asuntos exteriores.
Jalil, como un importante juez y más tarde presidente de la corte de apelaciones, falló contra el régimen repetidamente durante varios juicios. Mientras esto llevaba a una creciente crítica entre algunos de los miembros del círculo del coronel Khadafi, Saif –que se proyectó a sí mismo como un modernizador– convenció a su padre de que nombrara a Jalil ministro de Justicia.
En 2010, cuando Jalil afirmó su independencia criticando al sistema en un discurso televisado y dijo que estaba dejando su puesto, fue Said –afirman sus partidarios– quien se aseguró de que su renuncia no fuera aceptada. Después de la revolución y el nombramiento de Jalil como jefe del movimiento rebelde, el régimen ofreció una recompensa por su captura. Saif aparentemente afirmó que se opuso al ofrecimiento de la recompensa. No hay evidencia que hayan presentado sus partidarios que apoye esta afirmación.
Mientras tanto, Issawi fue persuadido dos veces de quedarse después de intentar renunciar como ministro de Economía, Comercio e Inversión. Fue más tarde reclutado en un comité de trabajo «en la sombra» establecido por Saif, quien, según una filtración de un cable diplomático de Estados Unidos, fue acusado de negociar un programa de reforma del gobierno. Issawi fue nombrado más tarde embajador en India.
Hay pocos motivos para sugerir que la campaña de Sair al-Islam Khadafi para proyectarse como el hombre que traerá paz a Libia esté teniendo éxito. Ayer el gobierno italiano reconoció a la administración rebelde como representante legítimo de Libia. El canciller italiano, Franco Frattini, declaró que «una solución para el futuro de Libia tiene una precondición y es que el régimen de Khadafi se vaya y que Khadafi mismo y su familia dejen el país». Frattini habló después de una reunión con Issawi.
Una importante fuente diplomática occidental dijo ayer: «La gente puede decir que la propuesta de Saif al-Islam no va a progresar, pero claramente él no piensa eso. Hay evidencia de que terceras partes están llevando a cabo una investigación tentativa. Pero seguimos enfrentados a hechos desconocidos, como por ejemplo cuál es la posición del viejo (Muammar Khadafi) en todo esto. El régimen quiere una salida y la oposición se ha dado cuenta de que no tendrá un victoria fácil».
Un funcionario en Atenas dijo, refiriéndose a la gira de Obeidi por Grecia, Turquía y Malta: «El enviado libio quiere trasmitir que Libia tiene la intención de negociar. Nosotros no creemos que pueda haber una solución militar a la crisis».
La oficina del primer ministro griego, George Papandreou, dijo que había estado hablando con Turquía sobre un tratado de paz, que en un momento concibió una transición a un gobierno representativo en Libia a cargo de Saif, así como Gran Bretaña y Estados Unidos. Los cuatro países son miembros de la coalición internacional que impone la zona de exclusión aérea en Libia.
Mientras el estancamiento militar en tierra continuaba ayer, con los revolucionarios que fracasaban nuevamente en entrar en el puerto petrolero de Brega, que está en manos del régimen. Las fuerzas rebeldes ingresaron en la universidad de la ciudad ayer, pero retrocedieron cuando las tropas del régimen respondieron con fuego de cohetes y de morteros.
* De The Independent de Gran Bretaña.
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