El proceso de destrucción de las armas químicas que posee Siria ya comenzó, como primer paso para el cumplimiento de la resolución de Consejo de Seguridad al respecto.
Los expertos de la misión conjunta de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) y de las Naciones Unidas (ONU) iniciaron sus labores de eliminación de parte de las armas almacenadas y equipos para su producción en una localidad no revelada por evidentes razones de seguridad.
El grupo de la ONU/OPAQ lleva una semana de trabajos previos en Damasco, durante la cual se ha reunido con autoridades sirias, cuya colaboración, según los expertos internacionales, ha sido «muy constructiva y eficiente»
Los datos ofrecidos por el gobierno sirio sobre los sitios de las armas químicas, añadieron, parece concertada con las evaluaciones de inteligencia extranjeras (…), y ello da optimismo sobre la cooperación.
Durante sus primeros días en Siria la misión de ONU/OPAQ se ha dedicado a definir aspectos prácticos, logísticos y de seguridad de los equipos de inspección, aspecto clave del proceso, pues quienes apoyan la acción de irregulares armados en Siria pudieran estar interesados en detener el trabajo de la ONU, estiman observadores.
De acuerdo con el programa definido a partir de la resolución del Consejo de Seguridad, las instalaciones de producción de armamento químico deben quedar desmanteladas en noviembre, en tanto la destrucción de las armas en sí debe finalizar en el primer semestre de 2014.
La víspera, al abordar el tema de la entrega por Siria de sus armas químicas, el presidente Bashar al-Assad explicó que se trata de una decisión soberana en correspondencia con una iniciativa anticipada en parte para evitar una guerra contra este país árabe y la región.
Fue, de hecho, una sorpresa para Washington, que no la esperaba, añadió.
En ese tema al-Assad sostuvo que la entrega del arsenal químico no debilita en absoluto la capacidad defensiva de Siria, pues «nuestra fuerza como Estado radica en el lado convencional».
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