La cifra fue confirmada por el Batallón de Operaciones Especiales del Ejército de la ciudad de Santa María
La tragedia se originó durante un show de pirotecnia, cuando una chispa encendió el techo del local. Al menos 232 personas murieron esta madrugada en el incendio de una discoteca ubicada en la ciudad brasileña de Santa María, en el estado de Río Grande do Sul. La cifra fue confirmada por el Batallón de Operaciones Especiales del Ejército, que precisó que el número corresponde a 120 hombres y 112 mujeres.
En tanto, los heridos, 131 según datos oficiales, fueron llevados al Hospital Universitario y el Hospital de Caridad. Para agilizar el operativo, las autoridades solicitaron desde temprano la ayuda de voluntarios para colaborar con la atención de las víctimas.
El incendio, cuyas causas se desconocen, comenzó poco después de las 2 de la madrugada en el boliche Kiss, ubicado a 286 kilómetros de Porto Alegre. De acuerdo con los primeros datos registrados, los bomberos lograron controlarlo luego tres horas después.
Testigos aseguran que el fuego se desató por un show de pirotecnia de la banda Pimenta e seus Comparsas justo cuando terminaba su presentación. Se apagaron las luces y apuntaron una bengala hacia el techo, que habría alcanzado la espuma de aislamiento acústico, lo que provocó el siniestro.
Sin embargo, nuevos informes desmintieron esta versión y señalaron que la banda ya había dejado el escenario y estaba en su camarín cuando empezó el incendio, que habría sido generado por una bengala lanzada por una persona del público. Hay dos integrantes de la banda que están desaparecidos.
El boliche Kiss, ubicado en el centro de Santa María, tenía capacidad para unas 2000 personas y sólo una salida de emergencia. Los bomberos tuvieron que abrir un agujero en la pared para retirar a las víctimas. Según trascendió, había más de 1000 personas al momento del incendio, la mayoría de ellos adolescentes.
«Estamos juntos en este momento de tristeza y necesariamente lo vamos a superar», expresó Rousseff, notoriamente conmocionada por la tragedia, poco antes de la reunión que mantuvo con familiares de las víctimas del siniestro. Asimismo, el expresidente Luiz Inacio da Silva expresó su «solidaridad a los amigos y familiares de las víctimas y a toda la población de la ciudad». «Todo Brasil está triste y de luto», añadió.
Las personas «entraron en pánico y acabaron pisoteándose unos a otros. La principal causa de muerte fue la asfixia», explicó el jefe de bomberos Guido de Melo.
«La seguridad trancó la salida de las personas que estaban en el local y eso causó un gran pánico y un tumulto», añadió.
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