Los cancilleres de Colombia, María Angela Holguín, y Venezuela, Nicolás Maduro, evaluaron ayer como un «mensaje de unidad e integración» de la Unasur, el acuerdo alcanzado el viernes para que la Secretaría General del bloque sea ejercida de manera alternativa por los candidatos de esos dos países, cuyos gobiernos vienen de recomponer una profunda crisis diplomática.
La fórmula acordada el viernes por el Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores, dio un cauce positivo a la confrontación tácita que habían planteado Colombia y Venezuela, al presentar como candidatos a la ex canciller colombiana María Emma Mejía y el ministro de Energía venezolano, Alí Rodríguez, para comandar la secretaría general de la Unasur, cargo vacante desde la muerte de Néstor Kirchner.
En principio, según las rondas de negociaciones previas, Rodríguez reunía una mayor cantidad de votos, pero la consigna, y sobre todo en esta etapa fundacional de la institucionalidad del organismo, fue que las soluciones llegaran por consenso, alcanzado finalmente con la propuesta de alternancia de un año para cada candidato, ideada por la Argentina y otros países y presentada por Brasil.
«Estamos muy satisfechos y nos parece además que es un mensaje de integración después de venir en la relación de lo que venimos con Venezuela», dijo Holguín a Télam en alusión a la ruptura de las relaciones diplomáticas entre los gobiernos del venezolano Hugo Chávez y el colombiano Alvaro Uribe.
Esa confrontación, que llegó hasta la movilización de tropas hacia las fronteras, se saldó a fines del año pasado, cuando Juan Manuel Santos asumió la presidencia de Colombia, con la mediación de Kirchner en su rol de secretario general de la Unasur.
Una mediación que -en cierto modo-, elevó la jerarquía institucional del organismo en ciernes y que hoy justifica que la sede que se edificará en la Ciudad Mitad del Mundo, muy cerca de Quito, lleve el nombre del exmandatario fallecido.
«También es un mensaje de entendimiento que sería importante para la región» agregó Holguín en referencia al acuerdo para la alternancia en la secretaría general de Unasur, que ahora deberá ser aprobado por los Jefes de Estado.
En diálogo con Télam, Maduro coincidió con su colega colombiana en que el acuerdo sobre la secretaría general «es un mensaje de que podemos avanzar hacia la unión en medio de la diversidad», porque «la diversidad política e ideológica debe formar parte, más bien, de una fortaleza para Sudamérica».
«De las diferencias que tuvimos recientemente podemos encontrar fórmulas unitarias como ésta que se ha encontrado hoy, que es muy útil y muy positiva para el futuro de Sudamérica, y además una mujer y un hombre como María Emma Mejía y Alí Rodríguez, que representan dos valores muy importantes de la Sudamérica de hoy», destacó el jefe de la diplomacia venezolana.
Holguín consideró que Colombia, que tendrá a Mejía en la secretaría general el primer año de los dos que dura el mandato, tiene «un reto grande, pues reemplazar al ex presidente Néstor Kirchner es algo importante» para los colombianos.
«Con él no tenemos más que agradecimiento por el trabajo que hizo, siendo secretario, para la relación y el acercamiento con Venezuela. Y estamos contentos, satisfechos de que la región crea en nosotros para conducir la Unasur», agregó la diplomática.
En cuanto a los pasos que siguen en esta etapa de recuperación de la relación bilateral con Venezuela, Holguín informó que habrá una nueva reunión de presidentes el 1 de abril.
«Es la segunda que hacen después de la de Santa Marta -que fue la de reconciliación-. El presidente Santos estuvo en Caracas en octubre, ahora el presidente Chávez irá a Colombia. La relación ha mejorado sustancialmente, tenemos un diálogo fluido». «Yo tengo un diálogo permanente con el canciller Maduro.
Hemos avanzado en temas, creamos comisiones bilaterales para ciertos temas como seguridad, energía y comercio, que se están reuniendo permanentemente», agregó Holguín.
Maduro, por otra parte, consideró que el ingreso en la institucionalidad de la Unasur, plasmado el viernes con la entrada en vigencia del Tratado Constitutivo, muestra que «con calidad y en tiempo record Sudamérica ha logrado tener un concepto claro de lo que debe ser el avance de nuestra independencia política y nuestro futuro».
«Hoy es un día de reafirmación de nuestra independencia y de visualización de lo que debe ser un poderoso bloque político, económico, social, cultural, que es una América presente», concluyó.
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