Unos 18 millones de electores están llamados a las urnas en 13.559 centros de votación, que empezaron a abrir a partir de las 06H00 locales, para designar por cuatro años a los gobernadores de los 23 estados del país petrolero.
En medio de una crisis política y social, marcada por cuatro meses de protestas callejeras contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro y luego de un infructuoso diálogo entre el chavismo y la oposición, los venezolanos elegirán gobernadores en los 23 estados del país.
La compulsa, pendiente desde diciembre del año pasado, fue adelantada a octubre luego de que la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) se lo exigiera al Consejo Nacional Electoral (CNE) que los había programado primero para el pasado julio y luego para finales de este año. La convocatoria excluyó, sin embargo, la renovación de los legisladores regionales electos en 2012 y cuyo periodo también está vencido.
Con 20 gobernaciones bajo control del oficialismo y sólo tres a manos de la oposición, el resultado tendrá un fuerte impacto en un país con una alta división política y un contexto económico adverso.
Si la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) obtiene la mayoría, rompería con el dominio que tiene la coalición gobernante en las regionales desde 2000, mientras que, si Maduro logra mantener sus bastiones, demostraría que su partido sigue siendo competitivo más allá del descontento hacia su gobierno.
Pero la indiferencia de los votantes, una boleta confusa y la reubicación a último momento de casi 300 centros de votación podrían desfavorecer la participación en el primer duelo electoral desde el triunfo de la MUD en las parlamentarias de diciembre de 2015.
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