La detención sin cargos del estadounidense Alan Gross es una violación del derecho internacional y el gobierno de Washington no debería mejorar las relaciones con Cuba mientras siga preso, declara el Washington Post en un editorial publicado el martes.
El diario critica al presidente cubano Raúl Castro, acusándole de «cínico» por orquestar «eventos artificiales mediáticos» como la reciente visita a una sinagoga durante la celebración judía de Janucá, sin mencionar el caso de Gross, quien fue detenido en Cuba hace un año pero no se le han presentado cargos. Funcionarios cubanos han dicho que Gross es un espía.
Gross, de 61 años, quien es judío, niega eso y dice que fue a Cuba para ayudar a la comunidad judía a usar computadoras y la internet a fin de comunicarse con otras comunidades judías en el mundo.
«Un año después, no se le ha presentado un solo cargo, lo cual es una violación de las leyes cubanas», dice el Post añadiendo que los pedidos de Washington de que sea liberado «han caído sobre oídos sordos».
Mas aún, «el régimen parece empeñado en obligar a Washington a intercambiar a Gross por uno o más de los agentes de inteligencia cubanos que están cumpliendo cadenas penitenciarias federales tras ser enjuiciados y convictos de cargos de espionaje. Esto hace que Gross sea no un prisionero sino un rehén, cuya continua detención es una flagrante violación del derecho internacional y de la decencia humana».
Raúl Castro, dice el Post, «debe saber que eventos artificiales mediáticos como su celebración de Janucá no podrán reemplazar la corrección de este agravio».
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