Epec perdió casi $ 465 millones en 2012. La deuda por la Central de Pilar, que se mueve al ritmo del dólar, desfiguró las mejoras operativas y distorsionó el resultado del ejercicio. El área de distribución transfirió casi $ 180 millones para cubrir baches en generación
Este año, el saldo también terminará «en rojo». La obligación de comenzar a pagar la deuda que contrajo por la nueva central de Pilar marcó un antes y un después en los números de la Empresa Provincial de Energía (Epec).
El impacto está plasmado en el balance 2012 de la compañía, aprobado por el directorio el 27 de marzo pasado y a consideración ahora del Tribunal de Cuentas de la Provincia.
Como nunca, el ejercicio económico muestra las dos caras de una misma moneda. Una refleja el esfuerzo por mejorar la eficiencia operativa.
Pero la que termina por imponerse, por su propio peso, es la que acusa la huella del costo financiero que implica el bono de deuda por Pilar.
Por cuarto año consecutivo, Epec arrojó pérdidas. Pero la de 2012 impacta por su magnitud: 464,7 millones de pesos.
Ocurre que las imposiciones de las normas contables, en cierta forma, distorsionan ese resultado. Este diario consultó al respecto a la empresa, pero esta se excusó de hablar sobre su balance.
La historia reciente muestra números en “rojo”, pero más adecuados a la dinámica de la compañía: en 2011 había perdido 3,2 millones; en 2010, el saldo negativo fue por 36,1 millones. Hay que remontarse a 2009 para ver ganancias: 12,6 millones.
En rigor, también la deuda por Pilar está “calzada”, ya que en los hechos, el pago por la energía que produce la central y los aportes del Estado provincial se hacen a valor dólar.
El problema es que el stock de ese compromiso evoluciona con el tipo de cambio (aunque sea el oficial) y las normas contables obligan a reflejar todo el compromiso financiero.
En cambio, no es factible asentar los ingresos futuros de la central y menos aún ajustar por inflación. Ergo , el desequilibrio es inevitable. Además, la tarifa que Epec cobra no alcanza para cubrir los costos operativos y pagar la deuda.
Es más: hoy por hoy, las cuotas que se pagan por el bono de Pilar tienen un alto componente de intereses. Recién a mediados de 2014 esa incidencia será menor al 50 por ciento.
Este panorama anticipa que también este año Epec terminará con resultados negativos.
Contrastes. Aun con la inercia que arrastran algunos sectores, en los que hay pérdidas que amenazan con transformarse en crónicas, la empresa logró revertir el cuadro de su resultado operativo.
De un déficit de 40,8 millones de pesos en 2011, pasó a tener un saldo positivo de 87,7 millones. Una vez más, el aporte más importante vino desde el mercado distribuidor, el verdadero negocio de Epec.
Distribución. El resultado operativo fue de 130,5 millones de pesos (mejoró casi 30 por ciento). La facturación por sectores (residencial, servicios, grandes consumos, cooperativas) creció entre 19 y 35 por ciento. De las ventas se origina un resarcimiento tarifario (subsidio cruzado) para generación por 180 millones de pesos.
Generación. La cabeza sigue doliendo, pero menos. La pérdida operativa fue de 34,7 millones de pesos, por lo que se achicó 74,4 por ciento. Incluso, el resultado bruto mejoró de manera ostensible, ya que los gastos crecieron menos que los ingresos.
Pero ese esfuerzo se desdibuja en el resultado financiero, que computa la deuda por Pilar. El “rojo” final es de 534,5 millones de pesos.
Telecomunicaciones. Mejoró el resultado bruto, que por primera vez en muchos años fue positivo por casi 24 mil pesos. Pero los gastos de comercialización y administración dejaron al sector con una pérdida de 8,1 millones de pesos (35 por ciento más que en 2011).
Endeudada. El activo de Epec creció 3,8 por ciento (quedó en 5.351,5 millones de pesos), mientras que el pasivo aumentó 14,5 por ciento, hasta llegar a 4.821,4 millones.
En este último círculo está la madre del borrego: casi 2.900 millones de pasivo no corriente por préstamos y deudas, en el que talla el bono por Pilar.
Por intereses se pagaron 380,5 millones de pesos (88 por ciento es del bono por Pilar) y hubo un costo extra de 372,2 millones por la suba del dólar.
Por último, la deuda flotante cerró en 322,8 millones de pesos, de los cuales 213 millones estaban en cabeza de proveedores y contratistas.
Perspectiva negativa
Calificación. La calificadora internacional Moody’s confirmó el mes pasado la perspectiva negativa para la nota de los títulos de deuda de Epec. Es que la empresa depende de la ayuda económica de la Provincia para cumplir en tiempo y forma con el pago de las cuotas de ese bono, que se emitió por 565 millones de dólares.
Caja. Moody’s también advirtió que al 31 de diciembre pasado, “el perfil de liquidez seguía siendo débil, aunque más equilibrado en relación a los años anteriores”. La posición de caja y bancos terminó en 178,8 millones, con una caída de 42,2 por ciento. Eso pasó porque los fondos en las cuentas corrientes con afectación a la central de Pilar bajaron de 206,8 millones a 61,5 millones de pesos.
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Fuente: La Voz
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