Decenas de vecinos se reunieron en la plaza y comenzaron a “señalar” a quienes venden droga en el pueblo. Chicos consumen de día, a metros de la Policía, de la Municipalidad y de la iglesia.
los señores vendedores (de drogas) sepan que el pueblo tomó conciencia”. “Los vamos a señalar con el dedo, lucharemos sin violencia hasta que se vayan”. “Hay un pueblo que no se calla, que no tiene miedo”. “Queremos despertar a los papás y a las instituciones”.
Estas fueron algunas de las consignas lanzadas el viernes pasado por decenas de vecinos que se reunieron en la plaza General Paz de Villa del Rosario, localidad ubicada 80 kilómetros al sudeste de la ciudad de Córdoba. La convocatoria fue en la esquina de Sarmiento y 25 de Mayo y no fue casual.
“Quisimos pararnos acá y aplaudir porque en la cuadra de enfrente venden droga las 24 horas”, explicó el abogado Alberto Rivarola, quien integra una comisión que viene trabajando desde hace dos años en la prevención y la recuperación de adictos. “Nos dimos cuenta de que nuestro esfuerzo no alcanzaba y cada vez había más droga en el pueblo. Por eso decidimos convocar a los vecinos y salir a la calle para escrachar a los que están envenenando a nuestros chicos. Todos saben quiénes son, pero muchos tienen miedo de hablar”, confesó.
Hace dos semanas se realizó una primera marcha y sólo concurrieron alrededor de 20 vecinos, pero en la segunda convocatoria se reunieron entre 120 y 150 personas. Los manifestantes eran de clase media, profesionales, estudiantes universitarios y no faltaron concejales del radicalismo, que ganó las últimas elecciones y de la coalición Unión por Córdoba.
“Acá nos tenemos que involucrar todos. No es un tema político, es algo que afecta a toda la comunidad”, opinó el edil peronista José Pereyra.
El ex secretario de Gobierno de la anterior administración de Unión por Córdoba, el odontólogo José Tobares, integró el primer grupo de padres del interior provincial que se auto convocaron para hacer controles de alcoholemia. Fue a la plaza porque está convencido de que “el alcohol pasó a segundo plano”
A la vista de todos
Los aplausos se hicieron sentir en varias cuadras a la redonda y después de lanzar distintas consignas, los vecinos marcharon alrededor de la plaza aplaudiendo permanentemente.
El espacio verde está rodeado por la municipalidad, la comisaría y la Basílica Mayor.
“Esta plaza es terrible, hay chicos de 10 años que están consumiendo porros a las 5 de la tarde, a la vista de todos, y nadie hace nada”, se quejó el profesor de música Víctor Hugo Pleita vino.
“Tengo mis hijos grandes, no están con nosotros. Aquél que quiere desconocer esto puede hacerlo, pero todos sabemos y no hacemos nada. Un tipo de 40 años es difícil que fume, pero nosotros empezamos a fumar de muy chicos. Pero no se trata de cigarrillos, acá se trata de gente que tiene mucho dinero y armas y les dan droga a los niños. Esos chicos serán clientes o trabajarán para ellos vendiendo o entregando merca. No hay que mirar al costado”, agregó el “profe”, quien que da clases en la localidad de Calchín. “Allá está pasando lo mismo que acá. En todos los pueblos está entrando droga en grandes cantidades. Yo llevo adictos de acá y los hago hablar con mis alumnos para que tomen conciencia y no sigan el mismo camino”.
“Hemos tirado varias ideas para abordar esta problemática que es mucho más grave de lo que la gente cree. La hemos dejado avanzar y hoy estamos hablando de chicos de 10 años que ya consumen. En muchas zonas de la ciudad, a esta hora hay niños vendiendo o consumiendo, es una locura”, aseguró Nadine, una joven que estudia socio pedagogía en un instituto. “Hay que salir a la calle. A veces cuesta mucho, pero hay que hacerlo, queremos controles, que haya seguridad”, añadió.
A su turno, Sandra se identificó como una mamá común y corriente. Tiene un hijo de 16 años y apareció en la plaza a raíz de dos hechos que la motivaron. “Tengo amigos que consumían marihuana, yo no sabía, ni conocía el olor. Empezaron con marihuana y hoy están consumiendo LSD (ácido lisérgico) y cocaína. Cuando uno está empezando a hablar del tema tiene que perder el miedo y todos los que hoy estamos acá hemos perdido el miedo”, sostuvo la mujer. Opinó que hay padres que están dormidos y que creen que no les va a ocurrir a ellos.
“Cada vez más niños fuman en la plaza con total desparpajo, en plena tarde. Se impone como una moda, es cool . Y estos chicos te dicen que no es adictivo, que es curativo. A nosotros nos ayuda mucho hablar con mamás de adictos. Con ganas y sin miedo se puede todo, que la gente se anime porque la droga mata”, propuso Sandra.
Todos saben quiénes son los vendedores. Incluso conocen a dos narcos “mayoristas” que abastecen a los traficantes locales. Uno de ellos vivía en Villa del Rosario y hoy reside en un country en la ciudad de Córdoba. Otro viaja al norte del país en busca de droga para distribuirla en el pueblo.
Muchos tienen miedo, pero ya hay gente dispuesta a escracharlos, a señalarlos con el dedo. Los vecinos se animaron a salir a la calle. Este viernes fueron unos 150, pero el último viernes del mes habrá muchos más. El mensaje para autoridades y policías fue muy claro. No pueden seguir haciendo la vista gorda.
Fuente: La Voz
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