Unas 70 millones de cajas de analgésicos se venden por año en la Argentina, superando «con creces» las ventas de cualquier otro medicamento, reveló un estudio reciente de la consultora IMS, por lo que el farmacólogo Roberto Baistrocchi instó a «automedicarse responsablemente».
La suba registrada en los últimos tiempos está vinculada con la automedicación y profesionales de la salud advierten por el uso de “drogas que precisan receta”… «El dolor es la causa más frecuente de consulta al médico», dijo a Télam Baistrocchi, quien explicó que para atacarlo se usan «fármacos que actúan a nivel del sistema nervioso central y otros que actúan a nivel de los nervios periféricos».
Funciones
El especialista señaló que los analgésicos más potentes que se conocen son los hipnoanalgésicos, que son «básicamente los opiáceos como morfina, codeína o nalbufina y provocan un profundo efecto de sedación en el sistema nervioso central que hace que el paciente olvide por completo el dolor pero no actúan sobre las causas y son muy adictivos».
«Otros analgésicos potentes como la pregabalina retardan la despolarización de las neuronasque generan dolor, por lo que usados en bajas dosis ayudan a controlar dolencias de tipo neuropático, como las producidas por algunas hernias de disco, por ejemplo», continuó.
Para las dolencias leves o moderadas como dolores de cabeza, muelas, articulaciones, secuelas de operaciones, dolores menstruales o esguinces, «se usan generalmente antiinflamatorios no esteroides (Aines) como el diclofenac, que también quita el dolor pero no actúa directamente sobre sus causas», agregó.
Baistrocchi comentó además que según estudios recientes «siete de cada diez ciudadanos argentinos consideran que su salud es buena, mientras que cinco de cada diez refieren haber tomado fármacos en los últimos días y más de la mitad se automedica».
«Aunque un 90,5 por ciento de los argentinos afirma que siempre toma antibióticos con receta médica, varios estudios realizados en el país demostraron que alrededor del 25 por ciento de los envases de antibióticos anuales que se consumen se deben a la automedicación, y algo similar ocurre con los analgésicos», subrayó.
El especialista refirió que desde 2004 la venta de analgésicos subió un 23 por ciento y que según estimaciones su consumo por automedicación supone la misma cantidad que los pautados en una consulta médica.
«El uso de los medicamentos de venta libre no es negativo, sino que supondría la implicación de los ciudadanos en su autocuidado o en el de su familia ante enfermedades comunes y banales que no requieren la valoración de un médico. El problema es que por lo general la gente se automedica con aquellas drogas que precisan receta», explicó. Y continuó: «La labor que los profesionales sanitarios tenemos por delante en educación a nuestros pacientes es muy amplia. Debemos ser estrictos en el tema y cuando en las consultas nos comentan que se usó un medicamento que hubiera requerido receta se le debe informar los riesgos que corre, para que pueda automedicarse responsablemente la próxima vez».
Ag. de Noticias: Diario Popular
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