Macri duplicaría el mínimo de Ganancias. Pagarían ese tributo quienes ganen por encima de $ 30 mil o $ 40 mil. Preparan la liberación del cepo cambiario para el lunes 14. El dólar iría a $ 13 o $ 14.
Aunque obviamente los detalles finos están sujetos a definiciones de último momento y a dimensionar con más precisión la herencia que dejará el actual Gobierno, el presidente electo Mauricio Macri (Cambiemos) ya tiene tomadas dos decisiones cruciales en la agenda económica que viene: la liberación del cepo cambiario apenas asuma, y la reformulación del Impuesto a las Ganancias.
Con el tributo, la intención es poner las actuales escalas más en sintonía con la realidad económica y liberar de esa obligación a muchos trabajadores.
Ambos datos se conocieron por filtraciones periodísticas y medias palabras de algunos integrantes del gabinete, pese a que la formalidad de los anuncios se reserva para Alfonso Prat Gay, futuro ministro de Hacienda y Finanzas.
En el caso de Ganancias, que actualmente alcanza aproximadamente a un millón de trabajadores, el retoque al mínimo no imponible sería del 100 por ciento, según trascendió.
Si ese dato se confirma, pasarían a pagar el tributo solamente quienes ganen por encima de entre 30 mil o 40 mil pesos.
No está definido, en cambio, cómo será el mecanismo de actualización automática que se aplicará para que la inflación no desvirtúe la escala.
Esto último es lo que ha venido sucediendo en los últimos años, en que las actualizaciones salariales vía paritarias metieron en la bolsa de Ganancias a un espectro cada vez mayor de trabajadores.
En cuanto al cepo cambiario y la promesa de campaña de Macri de removerlo lo antes posible, ya habría un esquema tentativo.
Como el nuevo presidente asumirá el jueves 10 de diciembre, la unificación del mercado cambiario comenzaría a regir desde el lunes 14.
En Cambiemos esperan que el dólar pase a cotizar entre 13 y 14 pesos, lo que implicaría un alza del tipo de cambio de un 40 por ciento, respecto de su valor actual.
La autoridad monetaria sólo intervendría para tener acotado en determinadas franjas.
La movida contra el cepo incluiría también acciones en varios frentes para fortalecer el nivel de reservas del Banco Central, a través de liquidaciones de cerealeras y del propio sistema financiero.
El propio Prat Gay fue bastante moderado en sus declaraciones de los últimos días. “Hasta el 10 de diciembre no vamos a saber con qué nos encontramos”, dijo, referenciado en la renuencia del kirchnerismo a facilitar información básica para una transición ordenada.
Por su lado, el futuro ministro del Interior, Rogelio Frigerio, destacó ayer que con la modificación de escalas de Ganancias esperan darle a ese tributo la “progresividad” que perdió, para que sólo “lo paguen quienes más ganen”.
También dijo que se está trabajando “en un proyecto de ley para modificarlo”, pero todavía sin definiciones.
Por otro lado, consideró que una nueva ley de coparticipación es “necesaria”, al argumentar que el país requiere “un ordenamiento fiscal federal y cumplir con la Constitución Nacional”.
“Nos vamos a juntar con los gobernadores para impulsar una nueva ley que ordene fiscal y financieramente la relación entre los distintos gobiernos”, resaltó. Esa afirmación se conoce a pocos días de que un fallo de la Corte Suprema obligara a la Nación a cesar en la detracción de un 15 por ciento de la coparticipación que gira a las provincias de Santa Fe, San Luis y Córdoba, para financiar la Anses.
En otro orden, todavía no está claro cuándo y cómo piensa el nuevo gobierno encarar la negociación con los fondos buitre.
Algunas versiones daban cuenta ayer de que Macri no querría encarar ese frente hasta los primeros meses de 2016, recién una vez que haya logrado recuperar el nivel de reservas.
El razonamiento es que no resulta conveniente enfrentar a los holdouts en posición de debilidad. En cambio, sí habría disposición para concurrir a las audiencias que convoque el juez neoyorquino Thomas Griesa para retomar de manera formal al menos el diálogo.
Fuente: La Voz
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