CGT pidió un bono navideño por decreto tras la devaluación, el titular de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, y el de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, encabezaron el cónclave. El reclamo se fundamenta en los últimos aumentos de precios.
Gremialistas de las tres vertientes de la CGT reclamaron ayer al Gobierno otorgar «por decreto» un bono de fin de año a trabajadores y jubilados para que puedan afrontar en mejores condiciones la fuerte suba de precios de las últimas semanas, aunque no especificaron el monto que debería tener esa compensación económica.
Tras un plenario en el que participaron referentes de todos los sectores de la CGT, el secretario general del gremio bancario, Sergio Palazzo, expresó el pedido conjunto para que el Gobierno «emita un decreto para darle un bono a los trabajadores y a los jubilados que compense la pérdida del poder adquisitivo».
Los sindicalistas justificaron su reclamo al señalar que «el impacto de la devaluación (generada por el levantamiento del cepo cambiario), los salarios ya la tienen».
Por su parte, el secretario general del gremio de Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schmid, de la CGT de Hugo Moyano, resaltó que «todo el plenario sin distinción ha levantado la voz para exigirle al Gobierno la compensación producto de la inflación».
Pese al enfático reclamo al gobierno de Mauricio Macri, Moyano aclaró que el problema del alza del costo de vida se arrastra desde la gestión anterior, por lo cual dijo que «todos los trabajadores están comprometidos en contribuir» porque «el país necesita salir del estancamiento en el que estaba».
En la misma línea, el secretario general del gremio de Peones Rurales, Gerónimo Venegas, uno de los sindicalistas más cercanos a Macri, planteó: «Hay que darle tiempo a este gobierno porque recién asume. Hay cosas que vienen con efectos de anterioridad y nosotros tenemos que ayudar a que se ponga en marcha el país».
Durante el plenario, también se exhibieron posturas algo menos tolerantes hacia el Gobierno que las de Moyano y Venegas, ya que algunos sindicalistas se quejaron de que, hasta el momento, el mayor peso del ajuste estaría recayendo sobre los trabajadores, mientras que otros sectores resultaron beneficiados, como el mercado de capitales y el campo, a partir de la eliminación de las retenciones.
El reclamo cegetista por un bono de fin de año, que se había comenzado a pedir a nivel gremios y luego pasó a ser reclamado a nivel centrales, como ya lo habían hecho la CGT de Antonio Caló y la CTA de Pablo Micheli, se produjo en la misma jornada en la que el Gobierno se desligó de ese pedido al considerar que debe negociarse entre los sindicatos y sus patronales.
En ese sentido, el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, tomó distancia del reclamo de un bono de fin de año, al señalar que es una discusión que corresponde «a cada sector» y no al Poder Ejecutivo, aunque aclaró que «si hay acuerdo entre las partes» el Gobierno lo homologará.
No obstante, el líder del gremio de Panaderos y hombre de confianza de Moyano, rechazó esa interpretación: «El Gobierno en muchos casos es empleador, como sucede con los trabajadores de UPCN o los docentes», advirtió en diálogo con NA, al salir al cruce de la distancia que tomó el Ejecutivo.
Tanto la CGT de Moyano como la de Caló evitaron fijar un monto para el bono, a diferencia de la CTA de Micheli que ya especificó que la compensación debería ser de 5 mil pesos y advirtió que, en caso de que el Gobierno no de lugar a este pedido, se movilizarán el próximo martes a la Plaza de Mayo.
En las últimas semanas del gobierno de Cristina Kirchner se produjo una fuerte suba de precios en el sector de alimentos, especialmente en varios que conforman la canasta básica como carne y harina, y luego, con la devaluación del peso que anunció la gestión macrista para la salida del cepo al dólar se espera un nuevo aumento del costo de vida.
Fuente: Cadena 3
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