Este será el gran año del despegue de las energías alternativas en el país, porque empezarán a construirse los proyectos firmados en los últimos 12 meses (26 ya están en construcción), correspondientes al Programa RenovAr, que impulsa el Gobierno.
A este ritmo, la Argentina se encamina confiada hacia el objetivo de cubrir 20% de su matriz energética con energías renovables para 2025 (hoy esa cifra llega a 1,2%, pero ya hay contratos que permitirán escalar al 8% este año y a 12% en 2019).
«Es tremendo lo que está pasando en la Argentina, el país se está posicionando en el mundo como uno de los mercados más atractivos para el desarrollo de energías renovables», dice Sebastián Kind, actual subsecretario de Energías Renovables de la Nación. Este funcionario, designado por el ministro de Energía, Juan José Aranguren, para impulsar la «ola verde» a nivel nacional, fue el autor intelectual de la ley 27.191, texto que redactó para el senador Marcelo Guinle.
Juan Bosch, presidente de Saesa, un trader de gas y de energía, afirma que la Argentina está parada en un lugar muy positivo. «Si se mira hacia atrás solamente dos años, se puede ver que el país estaba descolgado del mundo en esta materia y tenía apenas 1/2% de energías renovables en la matriz energética. Hoy no hay congreso de energías renovables en el mundo donde no se hable de la Argentina como destino de inversiones», destaca.
Esas inversiones llegan de la región, de Europa, de los Estados Unidos y de Asia. Ayudarán al país a ponerse a tono con sus pares de la región que hoy le llevan ventaja, ya que mientras que aquí hay una capacidad instalada de 678 MW de energías limpias, Uruguay tiene 1720 MW (44% de su matriz energética); Chile, 3740 MW (17%), y Brasil, 28.310 MW (18%), según Climatescope, portal especializado que pertenece a Bloomberg New Energy Finance.
La tarea que hay por delante no es sencilla: como se dijo, actualmente solo 678 MW de energías renovables nutren la matriz energética nacional, mientras que cumplir con la meta fijada de 20% en 2025 implicará alcanzar los 10.000 MW. Para lograrlo, el Gobierno lanzó el Programa RenovAr, una gran licitación dividida en rondas que adjudica proyectos de generación a distintas empresas que, una vez que tengan la producción en marcha, venderán su energía a Cammesa.
Pero antes de eso, según Kind, lo que hubo que hacer fue reglamentar la ley 27.191, con el decreto 531. Lo más destacable de la reglamentación es que marca dos caminos para contractualizar energías renovables de alta potencia en la Argentina: 1) las compras que instruye el Estado nacional y 2) el mercado a término de energías renovables (Mater), que es la resolución 281 y que da la posibilidad a los grandes usuarios habilitados (cuyos consumos medios están por arriba de 300 KW de potencia) de salir y contratar energías renovables en el mercado.
Hasta ahora lo que más difusión tuvo fue el mencionado Programa RenovAr, que ya concretó tres rondas (ronda 1 en agosto de 2016; ronda 1,5 en noviembre de 2016, y ronda 2 en octubre de 2017). Kind precisa que ya hay adjudicados por este sistema 4466,5 MW, correspondientes a 147 proyectos (59 de las rondas 1 y 1,5 y 88 de la ronda 2). «A eso hay que sumarle 10 proyectos más de la resolución 202», acota el funcionario.
A su vez, lo del mercado a término agregaría una buena cantidad de MW a los 4466,5 ya adjudicados por el camino de compras que instruye el Estado nacional. «Para tener una estimación, al día de hoy hay 2150 MW solicitados en el marco de la resolución 281. Son generadores que quieren salir a firmar un contrato con un gran usuario habilitado», cuenta Kind. Un primer paso en eso ya lo dio Loma Negra, al firmar con Genneia.
Las inversiones necesarias no son menores y dependen del tipo de tecnología elegida: por ejemplo, para instalar un MW de potencia en energía solar se deben desembolsar entre US$800.000 y US$900.000, mientras que para un MW de energía eólica se necesitan entre US$1,1 millones y US$1,3 millones. Parte de este capital lo ponen las empresas adjudicatarias y parte los financistas, entre los que están la Corporación del Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial.
En materia de recursos, el país no tiene nada que envidiarles a otras naciones. Hay mucho viento (y de buena intensidad) en la Patagonia; mucho sol en el Norte (aunque también en Córdoba), y hay muchos recursos de biogás y biomasa en la zona agropecuaria. También hay potencial en minihidro, que son pequeñas centrales hidroeléctricas que no requieren un dique.
Bosch opina que, más allá de los recursos naturales existentes, el primer motivo del auge actual es la ley de energías renovables. «Después fue necesario hacer que Cammesa fuera un sujeto creíble para el mercado financiero (ya que no lo era, por problemas crediticios) y fue muy importante que el Gobierno diera a los oferentes que quisieran otra garantía adicional la posibilidad de acudir al Banco Mundial», comenta el trader.
La energía renovable es más económica que la tradicional: un proyecto de los más económicos de RenovAr se cerró en US$45 por cada MW/h, mientras que hoy el gran usuario le compra a Camessa a US$70/80 MW/h. Para el consumidor normal esto es muy importante, ya que cada MW/h de energía renovable que se vuelca a la red hace que su boleta de luz sea menos abultada.
Pese a que se intenta que haya un mix de proyectos de las distintas tecnologías (eólica, solar, biogás, biomasa y minihidro), la que picó en punta fue la eólica. Allí hay empresas como Genneia, Central Puerto, Pampa, Petroquímica Comodoro Rivadavia y Enel, entre las más importantes, y se han adjudicado contratos por 2466 MW.
Rubén Vázquez, gerente de Energías Renovables de Central Puerto, describe cómo es su participación en el negocio. «Ganamos en la ronda 1 de RenovAr un proyecto de 99 MW en Bahía Blanca (La Castellana), que se inaugurará en mayo. Además, en la ronda 1,5 ganamos otro proyecto en Achiras, Córdoba, por 48 MW. Esto requiere una inversión cercana a los US$215 millones. En tanto, en la Ronda 2 ganamos un proyecto de 87 MW ( Genoveva)», detalla el ejecutivo.
¿Por qué energía eólica? «Central Puerto es líder privado en generación eléctrica en el país y tomó la decisión estratégica de ser líder también en energía renovable. Además, pensamos que en eólica somos más competitivos que en solar, donde ya hay otros actores», responde Vázquez.
Para el ejecutivo de Central Puerto, el desarrollo de la energía eólica tomó un impulso increíble a partir de RenovAr, y si no fuera por la limitación en la línea de transporte, se habría puesto más potencia. «Existen limitantes en el transporte tanto en el sur como en el norte, aunque hay algunas obras de infraestructura ya previstas», apunta Vázquez.
Por su parte, Genneia invertirá US$1000 millones en tres años y totalizará entre sus varios parques eólicos (a los que suma los diversos proyectos que le fueron adjudicados por RenovAr) 730 MW. «Esto la convierte en la mayor empresa generadora de energía eólica del país», destaca Alfredo Bernardi, gerente de Relaciones Institucionales de Genneia.
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