Más anomalías en la compra local de Petrobras, con sobornos de activos en la Argentina de la petrolera estatal brasileña Petrobras por parte del empresario ultrakirchnerista Cristóbal López presentan serias inconsistencias y contradicciones. Así surge de la revisión de tres contadores forenses a los que consultó LA NACION
Las supuestas irregularidades se centran en los documentos que firmó el operador Jorge Rottemberg, que cobró al menos US$ 8,8 millones de López, pero que en 24 horas los transfirió mediante un «contrato de cesión de derechos al cobro».
Ex colaborador de José Luis Manzano y muy vinculado con el actual ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, Rottemberg completó esa cesión a través de su firma uruguaya Millfox Trading a un estudio brasileño. Todo eso, según los contadores, debería ser revisado por sabuesos de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
En el Grupo Indalo, sin embargo, desmienten posibles irregularidades en la operación. Consideran la denuncia como parte de una «interna» entre políticos y ejecutivos brasileños de Petrobras que los tiene como terceros afectados. Y, ante el pedido de LA NACION, entregaron copias de facturas y recibos de la operación y balances de la empresa Oil Combustibles SA.
Para el presidente de la ONG Contadores Forenses, Alfredo Popritkin, algunas de las «contradicciones» están en ese «contrato de cesión».
Rottemberg lo firmó con el estudio vinculado al operador João Augusto Henriques, quien admitió los sobornos ante la revista brasileña Época.
Para empezar, afirmó Popritkin, porque en ese contrato «no se describe el tipo de servicios y honorarios que generan comisiones y honorarios por hasta 10 millones de dólares, suma que representa más del 20 por ciento de la operación principal».
Ex perito contador de la Corte Suprema, Popritkin también remarcó que, según ese contrato de cesión, «cuanto más bajo resulte el precio de la transacción, mayores serán la comisión y los honorarios, lo que resulta inusual en operaciones legítimas». También, porque establece que Rottemberg no percibiría una retribución si no se concretaba la operación, «lo que hace pensar que no se trata de un trabajo profesional, sino de un pago con destino final a quienes aprueben la venta de la refinería y estaciones de servicio». Un segundo perito contador forense también expuso que en ese contrato de cesión falta la constancia de pago del impuesto de sellos en la ciudad de Buenos Aires, donde se consigna que se firmó, y que le daría fecha cierta.
Más llamativo aún es, al decir del segundo experto, que López dejó en manos de Rottemberg las gestiones para «determinar el precio de compra» por los activos de Petrobras con un mandato firmado el 14 de octubre de 2009. Y que el operador argentino le cedió, el 15, el contrato con esa facultad al estudio jurídico brasileño. Es decir que en los papeles López delegó en un tercero la definición sobre cuánto debería pagar por los activos de Petrobras en la Argentina.
ORTOGRAFÍA Y FACTURAS ENDEBLES
Ese contrato, que incluye errores de ortografía y en el orden correlativo de las cláusulas, también expone que el mandato original entre López y Rottemberg permitía la subcontratación «en forma parcial». Pero Rottemberg fue más allá también en ese rubro: firmó una cesión, en vez de subcontratar, y lo hizo de manera total, no parcial.
Con tres copias firmadas -de las que sólo se consigna el destino de dos, mientras que la tercera desapareció-, la cesión misma desde la uruguaya Millfox en menos de 24 horas deja abierta una línea de investigación, para el segundo experto. «¿Ya tenía de antemano la otra punta para firmarlo? ¿Cuánto cobró cada uno? Porque en los papeles sólo consignan que «no es una cesión gratuita», pero no justiprecian cuánto cobrará cada parte y por qué tareas», explicó.
Con negocios también en la provincia de Misiones, la relación de Rottemberg con Yauhar surge de la misma sociedad uruguaya Millfox de la trama Petrobras. En la declaración jurada de 2011 que presentó ante la Oficina Anticorrupción, el ministro de Agricultura indicó que esa sociedad le debe a él $ 42.600.
Las facturas del operador -en rigor, las emitidas por Jorge Alberto Rottemberg e Hijos SA- en las que se registraron los pagos de Oil también acumulan puntos grises, según un tercer experto consultado por LA NACION. Esa sociedad se registró ante la AFIP para otras actividades principal y secundaria, como la cría de ganado, servicios relacionados con la construcción y la producción de semillas. Y lo mismo ocurre con otra firma, Macopesa, que el operador utilizó para facturar: era una agencia de viajes minorista.
De esas facturas, en las que se consigna un domicilio societario distinto al declarado ante el fisco, también surge que López fue el único cliente de Rottemberg o, al menos, casi el único al cual le emitió facturas, por millones de pesos, durante cerca de dos años.
Fuente: La Nación
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